Seis hinchas ingleses, heridos a cuchilladas en el Roma-Liverpool

Las abrumadoras medidas de seguridad tomadas por la policía de Roma no pudieron evitar ayer que el partido de la Copa de la UEFA disputado entre el Roma y el Liverpool en el estadio Olímpico de la capital italiana, se saldara con escenas de violencia y un balance de seis heridos, uno de ellos de gravedad. Las víctimas, dos de ellas dos jóvenes noruegos, son todas seguidores del equipo británico, agredidos con arma blanca por grupos de tifosi del Roma. Uno de los hinchas ingleses recibió varias puñaladas de gravedad y tuvo que ser intervenido quirúrgicamente anoche en el hospital Santo Spirito de la capital, aunque su vida no corría peligro. Las sirenas de coches de policía y ambulancias no dejaron de sonar en el centro de Roma a lo largo de la noche.

La madrugada anterior otro joven británico de 27 años recibió varias puñaladas y se encuentra ingresado, fuera de peligro, en otro hospital romano. Dos compatriotas más fueron atendidos de contusiones en la cabeza tras mantener una pelea con grupos de hinchas italianos. Seguidores del Liverpool, en estado de evidente embriaguez, sembraron el pánico en el centro de Roma, agrediendo a turistas y vendedores de recuerdos, tres de los cuales terminaron dentro de la Fontana de Trevi.

La prohibición de vender bebidas alcohólicas a los hinchas antes y después del encuentro no evitó que la cerveza corriera a ríos horas antes de un partido en el que el Roma perdió por 2-0 -ambos tantos conseguidos por Michael Owen- y fue incapaz de tomarse la revancha por la histórica derrota ocurrida en la final de la Copa de Europa de 1984, cuando el Liverpool le ganó por penaltis en el mismo escenario de ayer.

Batalla fuera del estadio

Antes de que comenzara el encuentro se registraron incidentes graves en el exterior del estadio, en la zona de la curva sur, cuando la policía cerró las puertas de acceso al campo. Decenas de hinchas enfurecidos cargaron contra los agentes armados con piedras, botellas y los palos de las banderas de su equipo. Grupos de ultras con la cara cubierta con pañuelos o cascos de moto, incendiaron un par de vehículos y dos motocicletas, además de arrojar cócteles molotov contra un vehículo de la policía, furiosos ante la imposibilidad de acceder a los autocares de los hinchas ingleses.

En el recuerdo estaba la tragedia de Heysel, cuando 39 hinchas italianos murieron en el Juventus-Liverpool de la final europea del año 85. Ajustándose al milímetro a la operación diseñada por los responsables de seguridad de la capital, policías especializados en el control de los estadios escoltaron a los más de 4.000 ingleses hasta el Olímpico y supervisaron su salida del mismo en medio de fuertes medidas de seguridad. La salida de los británicos se produjo ordenadamente, una vez que abandonaron las gradas los hinchas del Roma. La policía temía, no obstante, que la euforia por la victoria del Liverpool terminara en nuevos incidentes de última hora en el centro de la ciudad.