'La música es una carrera de fondo y siempre se está en el comienzo'

José Moreno, Pepín Tre, tan pronto se define como un 'tranquilo paseante nacido en diciembre' como 'pensionista, charlatán pop y confabulador nocturno'. A su talento compositivo se unen sus dotes de showman, dos virtudes que después de una dilatada carrera de bares y salas de conciertos empieza a dar sus frutos. Compuso para El Puma, Fórmula V y Francisco, y de todos esos empeños salió, según afirma, indemne. Copresentador del programa televisivo ¿Cuánto cuesta?, contertulio en el programa La media vuelta de la Cadena SER y coprotagonista en el film de Karra Elejalde y Fernando Guillén Cuervo, Año Mariano, a este artista sólo le faltaba hacerse empresario. Lo ha logrado en compañía de sus amigos Pablo Carbonell, Gran Wyoming, Santiago Segura y Javier Krahe, entre otros, con quienes ha fundado la discográfica 18 Chulos. Verdades como puños es su segundo álbum, que presentó recientemente en la sala Central Lechera de Cádiz.

Pregunta. ¿De dónde le viene su apellido artístico, Tre?

Respuesta. Antes tocaba en una formación de tres. Como lo de trío sonaba muy jazzístico, nos llamamos así para que no hubiera confusión. Pero el apellido existe, al parecer hay una rama en León y otra en Valladolid. Una vez hasta se acercaron a preguntarme unas personas del público que se apellidaban así, pero yo sólo soy de la rama de Darwin.

P. Después de tantos años, ¿en qué punto cree que se encuentra su carrera?

R. Mi carrera está empezando. Esto es una carrera de fondo y siempre estás en el comienzo. Bueno, cobro un poco más, trabajo un poco más, pero no se percibe eso del éxito. Ni falta que hace.

P. ¿Cuál es el balance de su experiencia televisiva?

R. Lo único que he hecho últimamente es el Club de la comedia. Por lo demás, la tele no me apetece. Si sale alguna oferta para aparecer como actor, tal vez la acepte, pero nada más.

P. Y lo de empresario.

R. Lo de los 18 Chulos lo hicimos por puro aburrimiento. Estábamos hartos de aguantar a los directivos, de esperar entre seis meses y seis años, que es lo que tardan en salir de las reuniones. De nosotros, ninguna secretaria dirá que estamos reunidos, porque no nos reunimos jamás.

P. ¿A usted no le dijeron de pequeño que se cuidara de las malas compañías?

R. Lo he seguido al pie de la letra (risas).

P. ¿Los nuevos cantautores carecen de sentido del humor?

R. Si el término cantautor se ganó en su momento la enemistad del público fue por eso, por la solemnidad a la que se ha vuelto ahora. Luego salió gente como Krahe o los catalanes, que introdujeron otra forma de hacer canciones. A nosotros, eso sí, no nos ha movido nadie.