El gran fiasco eléctrico
Endesa, Iberdrola y el Gobierno fueron incapaces de encontrar la clave para salvar la fusión
La fusión de Endesa e Iberdrola ha fracasado. Sus presidentes tuvieron que renunciar a ella ante la certeza de que los grandes accionistas de Iberdrola, enfrentados con el presidente, no aceptarían una operación castigada por las condiciones del Gobierno.
El martes 23 de enero, cuando se conocieron las primeras condiciones que imponía el Tribunal de Defensa de la Competencia (TDC) a la gran fusión de Endesa e Iberdrola, nadie pensaba que el gran proyecto pudiera acabar en fracaso. Desde ese día, los presidentes de las dos eléctricas más importantes del país, Rodolfo Martín Villa e Íñigo Oriol, iniciaron una carrera contra reloj para salvar el plan del que debería surgir la cuarta eléctrica del mundo. Las múltiples conversaciones telefónicas, los encuentros con el secretario de Estado de Economía, José Folgado, y con el vicepresidente del Gobierno, Rodrigo Rato, fueron inútiles.
Las empresas y el Gobierno no se entendieron. No fueron capaces de encontrar un punto de equilibrio que permitiera a Martín Villa e Íñigo Oriol obtener la aprobación de sus accionistas a la operación.
Los principales accionistas de Iberdrola (BBVA, BBK y algunos fondos de inversión) se oponían frontalmente a una operación que consideraban lesiva para sus intereses. Íñigo Oriol sabía que iba a encontrar una oposición organizada si presentaba un proyecto de fusión cuya rentabilidad financiera y empresarial resultó muy mermada por las condiciones de competencia decididas por el ministerio de Economía.
El proyecto naufragó el lunes 5 de febrero entre los flashes de los fotógrafos y la euforia de los inversores, que ven ahora cómo las acciones de todas las empresas del sector suben como la espuma ante la posibilidad de que los grandes grupos extranjeros hayan decidido entrar a saco en lo que hasta ahora era un coto de negocio cerrado.
El gran fiasco eléctrico ha debilitado de forma considerable a Iberdrola. La compañía alemana E.ON evalúa una posible OPA sobre la eléctrica vasca; y no es la única candidadata a absorberla. La posición de Íñigo Oriol en la presidencia de Iberdrola también está muy debilitada.
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