'Perder no es síntoma de nada'

La novedad de la derrota en un equipo acostumbrado a acumular victorias no alteró el ánimo del entrenador del Real Madrid, Vicente del Bosque. Ni siquiera un dato estadístico de aspecto tan preocupante como que su equipo no lanzara un balón entre los tres palos, circunstancia inédita esta temporada. Hasta ayer.

Del Bosque restó validez al frío (y breve) recuento de lanzamientos a puerta asegurando que 'las ocasiones no se cuentan por los tiros que van entre los tres palos sino por las llegadas del equipo a puerta. Y de esas hemos tenido unas cuantas'. El cambio en la rutina ganadora del Real Madrid no tiene otra explicación, a los ojos de Del Bosque, que la lógica del fútbol: 'Ganar siempre es muy difícil. Espero que este sea sólo uno de los partidos que nos tocaba perder esta temporada'. Para ahuyentar cualquier tipo de efecto pernicioso que la derrota hubiera podido causar sobre la estabilidad anímica de su equipo, el técnico madridista se aplicó en recalcar la 'unidad' que existe en el seno de la plantilla. 'Perder no es síntoma de nada. No significa que vamos a alejarnos de la línea que llevábamos hasta ahora y quizá la derrota refuerce nuestra unión', aseguró el técnico.

Del Bosque realizó una lectura apresurada del encuentro y sólo lamentó la 'ansiedad' de sus jugadores a la hora de buscar el empate, jugadores cuya actitud sobre el césped alabó. No echó en falta a Figo, sencillamente porque 'otros jugadores en su lugar lo han hecho bien' y no encontró en su comparecencia relámpago (el avión esperaba para devolver al equipo a Madrid) ningún motivo para la autocrítica.

Txetxu Rojo, técnico del Athletic, tampoco halló defectos en el juego madridista, salvo el efecto de la superioridad de sus hombres que 'lo hicieron todo bien'. El capitán madridista Hierro apareció relajado para exponer el discurso tipo del perdedor elegante que solo lamenta la superioridad del rival: 'Algún día tenía que pasar... Perder no es importante, lo que importa es saber levantarse y no pensar más en este partido porque la Liga es muy larga, ofrece muchas alternativas y en estos casos lo mejor es pasar página'.

Calentamiento en la calle

Ni Rojo ni sus jugadores deseaban ayer pasar página. El técnico rojiblanco se apresuró en agradecer el apoyo del público, que ya animaba a sus jugadores cuando estos, inopinadamente, solicitaron realizar el calentamiento previo al encuentro en los aledaños de San Mamés. Según Txetxu Rojo, el preparador físico del equipo propuso la opción de realizar unos minutos de carrera continua leve y estiramientos en la calle, donde desfilaban los primeros aficionados. Los jugadores secundaron su idea, se colocaron el chándal y prescindieron del césped de San Mamés para calentar músculos. Todo un síntoma de los deseos de comunión con la grada que el Athletic reclamaba tras la derrota del Camp Nou.

Los 38.000 espectadores de San Mamés así lo entendieron ovacionando a sus jugadores de entrada; por eso Rojo quiso hablar más del público que de sus sensaciones. 'El único beneficiado por la victoria es el Athletic, que son los jugadores y el público. Una afición ejemplar a la que le viene bien este triunfo. De todos los implicados con el Athletic, puede que yo sea al que menos bien le viene ganar porque sé mantener mi carácter tanto en las derrotas como en las victorias', se sinceró Txetxu Rojo. El lunes pasado, el técnico se reunió con el equipo para 'convencerles de que el encuentro ante el Madrid nos daba la oportunidad de jugar un partido nuevo, en el que no había que fijarse en la entidad del rival. Creo que el mensaje tuvo su efecto'

Marcar pronto, pelear, presionar, pero, sobre todo, 'cambiar la orientación del juego', sirven para explicar la derrota del Real Madrid, según Rojo, que destacó el mérito que tiene imponerse a 'un gran equipo que ha demostrado por qué figura como líder'. Julen Guerrero también retuvo el apoyo del público en un escenario, La Catedral, donde el Athletic ha sumado esta temporada 23 de los 30 puntos que presenta ahora mismo. Lejos de Bilbao, el Athletic pierde consistencia anímica y, sobre todo, poder intimidatorio. Precisamente, Guerrero destacó la presión a la que sometió al Madrid durante 90 minutos, un ejercicio de buena disposición: 'Los jugadores no hemos dudado esta semana sobre nosotros mismos. A veces en el deporte dos más dos no suman cuatro, pero no ha sido éste el caso'.