El Celta sale airoso de un choque trepidante
El Mallorca habló demasiado la víspera y le faltó vocabulario en el campo. Caldeado el partido por la afrenta -según siempre la plantilla balear- sufrida en Vigo en la ida, el choque de vuelta arrancó tarumba, a toda mecha. De todo esto sacó provecho el Celta, muy metido en la eliminatoria y con la suficiente entereza para que el gol de Nadal antes del descanso no le pasara factura y diera al traste con la ventaja obtenida en Balaídos (3-1).
Nadal, de un contundente remate de cabeza, metió al Mallorca en la eliminatoria al filo del descanso tras una primera parte que cumplió las expectativas, pues el partido nació trepidante. El Celta sorprendió por su salida enérgica y atrevida, circunstancia inesperada para el Mallorca, que tardó 20 minutos en tomarle el pulso al choque. En este tiempo, el Celta pudo sentenciar la eliminatoria, pero le faltaron el aplomo y la fuerza que puso Nadal en su remate de cabeza. El mallorquín entró con todo y le dio otro aire al choque, para entonces muy decantado a favor del conjunto de Víctor Fernández.
El Celta, sin embargo, no se achantó y se adueñó del encuentro en la segunda parte. Mientras, el Mallorca iba perdiendo empuje y efectivos, pues sufrió las expulsiones de Olaizola y Eto'o. Pero mira por dónde, y cuando parecía hundido, el grupo de Aragonés se encontró con un penalti que calentó de nuevo la eliminatoria. Al final, el Celta salió airoso.