Dos 'spanish' en la plantilla del Tau

Tres norteamericanos, dos lituanos, dos argentinos, un francés y dos españoles, además de un entrenador montenegrino, forman la plantilla del equipo más internacional de la Liga española de baloncesto, el Tau de Vitoria. Aparentemente, los nacionales suponen el 20% del equipo, pero la realidad baja el porcentaje. Sergi Vidal es el penúltimo jugador más utilizado por el técnico, Dusko Ivanovic. Su compañero Dani García es el último y, además, sobrevive con un contrato temporal que le hace intuir que tiene los días contados en el club. ¿Discriminación? ¿Problemas con el idioma? ¿Extranjeros en su propio país? 'No, no. Nosotros estamos contentos, muy a gusto en este equipo', responden. Y no parece un mero escaparate. Aseguran que a sus amigos les tratan de convencer de lo mismo, de lo felices que viven en Vitoria.

La escasez del producto nacional en el Tau no se debe a una manía persecutoria contra los talentos españoles ni a una sobrevaloración de lo extranjero. Es una consecuencia práctica de la ley Bosman y el caso Mills. El Tau, un abanderado de la globalización, posee una mentalidad empresarial como ningún otro club en la ACB y no mira la procedencia ni los sentimientos. Para ello no duda, si es necesario, en recurrir a los tribunales. El club vasco ha sido el precursor del conflicto de los comunitarios B. Desbrozó el camino con el caso de su jugador Sherron Mills, aunque éste no pueda hacer realidad el derecho que se ha ganado en los tribunales. Padece una lesión tan grave que incluso le podría apartar definitivamente del baloncesto profesional.

Vidal, de 19 años, y García, de 25, ambos nacidos en Badalona y criados en el Joventut, viven ajenos a lo extradeportivo. Para ellos, su situación es algo natural. Conviven entre extranjeros, aunque no tienen conciencia de ello. 'No hablo un inglés muy fluido', admite Dani García, 'y cuando vine tenía cierto miedo, pero eso me lo dejaron claro desde el primer momento. Me dijeron: 'Estamos en España, así que aquí se habla en español'. Pero la gente me sigue preguntando: '¿Allí se habla mucho inglés, no?' Y no. Es más, ocurre más en otros equipos que en éste. Por ejemplo, algún año en el Joventut'. Si los españoles tienen dificultades para comunicarse con algún compañero que no habla castellano -Alexander, Corchiani y los lituanos-, siempre hay algún improvisado traductor. En eso, Vidal tiene menos problemas. Domina mejor el inglés y lo que jóvenes de su edad consiguen trabajando en el Reino Unido o Estados Unidos él lo pule en Vitoria. Clases gratuitas.

Ya, ¿pero y la convivencia? Contesta el veterano, García, con ocho años en la ACB a sus espaldas: 'He estado en equipos en los que había jugadores que no es que fueran malas personas, pero que cada uno iba a lo suyo. En este equipo no he encontrado ningún jugador problemático'. Ahora lo ve así, pero cuando fichó por el Tau no tenía la misma seguridad. 'Tenía dudas de cómo sería, si me adaptaría bien. Y la verdad es que, de momento, es impresionante. A nivel humano, la gente es increíble'.