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La acumulación que se producirá en los próximos meses de centenares de miles de toneladas de harinas cárnicas, que desde diciembre no pueden ser comercializadas, obliga a buscar lugares seguros para su almacenamiento. El Gobierno planea resolver el problema recurriendo a polvorines del Ejér-cito y hangares de la aviación militar, según explicó a EL PAÍS el subsecretario del Ministerio de Agricultura, Manuel Lamela. 'Ambos son almacenes adecuados porque están fuera de las poblaciones y son vigilados por soldados', precisó.
La prohibición de las harinas cárnicas es una medida básica del plan contra las vacas locas que se sigue incumpliendo, como ha demostrado la operación que lleva a cabo la Guardia Civil desde el 19 de diciembre.
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