Chaves advierte en Fitur del riesgo del desarrollo inmobiliario 'desordenado'
'Los empresarios, los ayuntamientos y las administraciones central y autonómica tenemos que saber qué oferta debe realizar la Costa del Sol, cuánta gente queremos que venga, qué servicios queremos prestar y qué planes tenemos que establecer para que la oferta esté bien cubierta', explicó el presidente. 'Debemos ser rigurosos y razonables para poner orden y conseguir un desarrollo ordenado', dijo. También explicó que el riesgo de no poner estos límites y justificar la expansión urbanística sin límites por motivos de la demanda existente supondrá 'un desarrollo absolutamente desordenado que se nos irá de las manos y será muy perjudicial'.
Previamente, el presidente del Consejo Empresarial de Turismo de Andalucía y de la patronal hotelera de Málaga, Miguel Sánchez, había pedido también en su intervención que los ayuntamientos de la costa malagueña pongan coto a la expansión urbanística sin planificación de servicios e infraestructuras y que dejen de considerar el urbanismo como una fuente de ingresos rápidos.
Discrepancia
Chaves y Sánchez polemizaron en sus discursos sobre el papel de las administraciones públicas y la iniciativa privada en el desarrollo de la provincia de Málaga. El representante de la patronal se quejó por los excesivos retrasos que acumulan algunos proyectos fundamentales en materia de infraestructura de transporte y de saneamiento integral e inquirió al presidente de la Junta a pronunciarse sobre las previsiones reales de proyectos como el centro integral de formación turística de Mijas o la apertura del Museo Picasso. Además, reivindicó para Málaga la sede de la futura caja única andaluza.
Chaves por su parte ratificó algunos de los compromisos de la Junta de Andalucía con la provincia de Málaga, pero insistió en la necesidad de que el sector turístico se dote de mayores niveles de calidad como estrategia primordial para su competitividad ante la aparición de nuevos destinos de zonas y países turísticos rivales.
Chaves abogó también por la incorporación de las nuevas tecnologías al sector turístico y reivindicó el papel de este como generador de riqueza y valor añadido frente a la doctrina clásica que considera que la prosperidad de la economía depende de la solidez del sector industrial. 'Eso es absolutamente falso, ha florecido una industria del ocio y el desarrollo tecnológico ha supuesto que se rompan las diferencias entre los sectores económicos. El turismo es una de nuestras principales fuentes de riqueza y lo que tenemos que hacer es potenciarlo y cuidarlo', dijo.
Discurso reivindicativo
El presidente del patronato de turismo de Málaga, Juan Fraile, también aprovechó la ocasión para lanzar un mensaje a la administración autonómica, y, aunque aseguró que no iba a leer el discurso reivindicativo que había preparado por no considerar oportuna la ocasión, si hizo un punzante resumen. 'Málaga es una provincia que aporta el 18% al producto Interior Bruto Andaluz y una de las zonas con más dinamismo del país que requiere que las administraciones correspondan facilitando y no coartando de ninguna manera sus posibilidades de desarrollo'.
La intervención de Fraile tuvo tintes de reabrir ante el presidente andaluz la polémica surgida las últimas semanas sobre las capitalidades andaluza en el ámbito de las finanzas.
La foto imposible
El alcalde de Marbella, Jesús Gil, que asistió a la comida ofrecida por el Patronato de Turismo de Málaga a alcaldes y empresarios turísticos ayer en Madrid, no consiguió hacerse una foto con el presidente de la Junta, Manuel Chaves, ni con ninguno de los miembros del Gobierno autonómico presentes, al menos de los socialistas (Magdalena Álvarez, Paulino Plata, Alfonso Perales). El protocolo, alterado por la presencia de Gil, ubicó al alcalde de Marbella en una mesa junto al consejero de Turismo, el andalucista José Hurtado. En ningún momento Gil fue saludado por los consejeros socialistas, y cuando llegó al Gran Casino de Madrid, tuvo que ser atendido, casi en un aparte, por el presidente de la Diputación de Málaga, Juan Fraile, anfitrión del encuentro. Ya en el comedor, Chaves se cruzó con Gil, pero miró para otro lado y ni siquiera se saludaron. Tras oír el discurso de Chaves en el que instó a los ayuntamientos a poner coto al desmesurado crecimiento urbanístico de la Costa del Sol, Gil se levantó y abandonó el local sin despedirse. Tan mal le debió sentar lo que escuchó que ni siquiera avisó de su marcha al edil de Turismo de Marbella, Coque Calleja, con quien había llegado.
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