El juez Guzmán ordena el arresto domiciliario del ex dictador Pinochet

El juez Juan Guzmán dio ayer la orden de procesamiento y arresto domiciliario inmediato del ex dictador Augusto Pinochet como 'autor inductor' del homicidio de 57 personas y del secuestro de otras 18, todas ellas víctimas de la caravana de la muerte que recorrió Chile entre septiembre y octubre de 1973, poco después del golpe militar contra el presidente Salvador Allende. Pinochet, que estuvo internado en una clínica durante 24 horas la semana pasada, se enfrenta a su peor situación judicial de los últimos tres años.

El juez Guzmán rechazó la petición de la defensa del ex general de sobreseer la causa de la caravana de la muerte porque, tras los exámenes médicos y después de haberle interrogado, considera que la 'demencia de leve a moderada' no le inhibe de sus responsabilidades. La defensa del ex dictador anunció que presentará un recurso. Además de Pinochet, en el mismo caso están procesados varios oficiales retirados, como el general Sergio Arellano Stark, que dirigió la siniestra caravana por encargo del dictador.

El abogado de la acusación Hugo Gutiérrez manifestó que la alegría que sentía se debía no sólo a la reparación que supone la resolución para los desaparecidos y las víctimas de la dictadura, 'sino también por nuestro proceso de transición a la democracia, porque no es posible que ésta esté inspirada en un criminal como Pinochet'. Los familiares de las víctimas celebraron la noticia del procesamiento. 'Lo que parecía increíble se hace realidad. Esto es el resultado de una lucha de 27 años para que los crímenes no quedaran impunes', dijo Viviana Díaz, presidenta de los familiares de detenidos desaparecidos.

El jefe del Ejército, general Ricardo Izurieta, expresó la profunda preocupación de los militares por el procesamiento de Pinochet y por su estado de salud, mientras que el ex general Luis Cortés Villa, presidente de la Fundación Pinochet, aseguró que la única intención del juez es la de 'castigar a las Fuerzas Armadas'.