Ni el mejor Atlético gana
Nuevo tropiezo de los rojiblancos, que pese a su gran primera parte empataron con el Levante
Algo pasa con el Atlético, que ni jugando bien disfruta de una tarde de gloria. Llegaba el Levante al Calderón cobijado bajo la sombra del 4-1 de la primera vuelta y se encontró con un equipo al que el recuerdo de aquella humillante derrota le bullía en lo más hondo. Azuzados por la memoria, los rojiblancos firmaron sus mejores 45 minutos de la temporada, pero se olvidaron de que los partidos duran el doble. El Atlético despilfarró sin tino todo lo que hizo de bueno, se quedó con un empate que no le sirve de nada y se marchó a casa como tantas otras veces: frustrado y devorado por la angustia, como si tuviese prohibido respirar.
Bien distinto fue el arranque. Los rojiblancos, hiperactivos, manejaron a su antojo a un Levante inconexo y reservón en el que Salillas parecía el único con derecho a incordiar. Con una presión entusiasta, el Atlético acaparó el control de la pelota y buscó el desborde por las bandas, sobre toda la izquierda, donde un Correa inspirado y bullidor metía a su par en mil y un problemas. Tan bien le iban las cosas a los locales que hasta Juan Gomez se permitía lujos como el de incorparse al ataque en un par de ocasiones de claro peligro.
La grada bramaba, Kiko dejaba detalles que recordaban a sus mejores tardes y el Atlético, pese a las oportunidades que se iba dejando por el camino, apuntaba a la victoria. En doce minutos, del 23 al 35, los rojiblancos se plantaron cinco veces ante la puerta de Veiga con el gol al alcance de la mano, pero la lata no se abría. Hasta que el Atlético, con un saque en largo de Toni, cobró un saque de banda pegado al córner. Fagiani lanzó largo al área pequeña, Kiko descolgó el balón con la cabeza, Salva envió por bajo al segundo palo y Aguilera, solo, empujó a la red. 1-0, y el ascenso más cerca.
Pero llegó el descanso, y Granero dibujó otro Levante. Metió a Descarga en la defensa, adelantó a Miguel Ángel para escoltar a Lima y colocó al poderoso Ettien en la banda derecha. 20 segundos necesitó el nuevo Levante para darle el primer aviso al Atlético, que fue alejándose del área rival a medida que se quedaba sin fuerzas. Con el balón en sus manos y cada vez más espacios, el Levante no veía obstáculos para sus contras. Marcos buscó aire en Dani, pero el debú del portugués no arregló nada. Poco después el Levante empató de penalti y al Atletico le tocó sufrir por la victoria temiendo la derrota. Al final fue un empate.
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