'Soy un depredador del área'
Una inoportuna lesión le ha impedido estar presente en dos de las citas más importantes del Málaga en La Rosaleda: en la pasada jornada, ante el Deportivo, y esta noche, frente al Barcelona. Pero, mientras se recupera, Dely Valdés (Panamá, 1967) se conforta sabiendo que será titular indiscutible en la próxima cita, en el Bernabéu, un escenario único en el que este 'depredador del área', como se define, espera incrementar su ya abultada cuenta de goles: nueve. En apenas cinco meses, a base de tantos de preciosa factura, ha conseguido que la afición blanquiazul haya dejado de añorar al brasileño Catanha, su anterior ídolo, hoy en el Celta.
Pregunta. ¿Cómo le sabe perderse el encuentro con el Barcelona?
Respuesta. Mal, porque lo pasaré muy mal en la grada. Pero estoy convencido de que mis compañeros serán capaces de sacar adelante un partido tan complicado como éste. Yo ya sé lo que es ganarle al Barcelona con el Oviedo y ahora sólo espero saber lo que es ganarle con el Málaga.
P. ¿Qué o a quién destacaría del Barça?
R. Ante un equipo así, plagado de individualidades, no se puede destacar a nadie en concreto.
P. ¿Cómo se definiría como futbolista?
R. En esta última época, me debo considerar como un depredador del área, ya que he evolucionado como jugador. Si antes jugaba en cualquier puesto de la delantera, ahora sólo lo hago como delantero centro.
P. ¿Qué jugadores le han servido de inspiración para crecer?
R. No he sentido especial devoción por ningún delantero, aunque, si tuviera que destacar a uno, me quedaría con el holandés Marco van Basten, que era un ejemplo de cómo un atacante lo hace todo bien y, además, con una elegancia tremenda.
P. De su juego destaca su magnífico remate de cabeza. ¿Es un don natural o lo ha ido mejorando con los años?
R. Esto es una condición natural que se tiene o no se tiene y que, afortunadamente, Dios me la concedió a mí. No obstante, sí que me he fijado en otros deportistas para ir cultivándola. Quien más me ha impresionado, sobre todo por su forma de volar, es el baloncestistas norteamericano Michael Jordan, quien, sin ser muy alto, se mantenía, sin embargo como nadie en el aire y parecía superior a todos los demás.
P. Cinco meses después de su llegada, ¿le sigue persiguiendo el recuerdo de Catanha?
R. Cuando llegué a Málaga sí que me comparaban con él continuamente. Pero ahora ya no. Catanha cumplió una magnífica etapa en el Málaga, pero ahora vivimos otra. No se puede vivir de recuerdos. Lo único que me apena es no haber podido formar pareja con él, porque es un gran delantero. De todas formas, también estoy muy cómodo con Darío Silva y Canabal.
P. ¿Pero seguro que no soñó con formar pareja con Catanha?
R. De verdad que no. Vine al Málaga con la única meta de ayudar al equipo a lograr sus objetivos. Por ello lo único que prometí fueron goles, porque yo soy un goleador, y estoy cumpliendo con ese compromiso. Mi adaptación está siendo como la del equipo a la Liga en esta campaña: progresiva.
P. ¿Fue difícil para un panameño llegar a jugar en Ligas tan poderosas como la italiana o la española?
R. Los comienzos fueron muy duros. El primer año que me marché de Panamá recalé en Argentina, en el Argentinos Juniors. Lo único que pensaba era en volverme a mi país. Pero, con la ayuda de mi hermano Armando, aguanté y todo me salió bien. Eso sí, la gente recelaba de un futbolista que llegaba de un país con tan poca tradición futbolística como Panamá. Desde aquí di el salto y comenzó mi aventura europea en Italia, Francia y España.
P. ¿Con qué se queda de cada país en el que ha jugado?
R. Mi mejor etapa la viví en Uruguay. Allí jugué cinco temporadas y conocí a mi mujer. Luego, sin lugar a dudas, España, que me ha tratado maravillosamente en los cuatro años que llevo aquí. Es el país en el que más goles he marcado.
P. Está a punto de cumplir los 34 años. ¿La retirada...?
R. Mientras que el cuerpo aguante seguiré jugando. Creo que en cada partido respondo con goles a quienes confiaron en mí.
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