El Museu de Belles Arts de Castellón nace con vocación de aunar patrimonio y modernidad

Sobre una superficie de más de 12.500 metros cuadrados y con una inversión de más de 3.000 millones de pesetas, el edificio del nuevo Museu de Belles Arts de Castellón fue inaugurado ayer por el presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana. Cinco salas de exposición permanente, una de exposición temporal, almacenes, oficinas, biblioteca, auditorio, archivo y sala de audiovisuales son las principales dependencias del nuevo centro. Un museo de concepción moderna que pretende entrar en el circuito museístico, además de exhibir y difundir el patrimonio cultural.

Sin embargo, la atractiva estética del edificio, con una estructura de muros huecos y losas de hormigón blanco, de acabado metálico en sus laterales, es difícilmente perceptible entre los edificios de una de las grandes avenidas de Castellón donde se ubica. Emilio Tuñón y Luis Moreno Mansilla son los responsables el proyecto arquitectónico. El nuevo espacio permitirá la inclusión de Castellón en el circuito museístico.

La inauguración del centro convocó a un gran número de personas que accedieron por turnos a las salas, repartidas en cinco niveles. En el sótano del edificio se muestra la sección de arqueología, con materiales de yacimientos de la provincia. En ella se recorre la evolución del hombre hasta la Alta Edad Media. Junto a ella, la sala de Etnología aúna objetos de uso común para mostrar las costumbres de la sociedad tradicional a través de instrumentos relacionados con las actividades económicas y elementos de la vida doméstica.

La planta baja y la primera están dedicadas a la cerámica, un arte, durante siglos, que ha acabado convirtiéndose en el mayor baluarte industrial en Castellón. Más de 800 piezas de cerámica valenciana, entre las que destacan las castellonenses, se exhiben en el museo, donde se muestran las procedentes de los obradores de Manises, Valencia y Alaquàs, entre otros; en la primera planta se exhibe la procedente de Alcora, Onda y Ribesalbes.

Las plantas segunda y tercera recogen obras pictóricas y escultóricas. Un recorrido cronológico, desde el gótico hasta el primer tercio del siglo XIX. Incluye pinturas de Juan de Juanes, Rivera, Francisco Ribalta, Julio Romero de Torres, Pinazo o Sorolla. Además, una segunda sala está dedicada a diversos artistas de la provincia de Castellón de finales del XIX y principios del XX.

La exposición temporal con la que se ha inaugurado el Museu de Belles Arts -tras fracasar la exhibición de parte de la colección Thyssen- Bornemisza- está dedicada a la obra del pintor barroco Jacinto de Espinosa.

En el acto de inauguración, Zaplana incluyó el Museu de Belles Arts en las llamadas 'iniciativas emblemáticas' como Terra Mítica, la Ciudad de las Artes y las Ciencias y el proyecto Castelló Cultural. En compañía del actual director del museo, Ferran Olucha, el titular del Consell destacó el papel de la cultura como 'principal medio para manifestar que los ciudadanos de la Comunidad Valenciana tenemos un pasado común y una misma identidad'. Para Zaplana, estos proyectos contribuyen no sólo a la dinamización sino también a la vertebración del territorio. 'Pero si estamos unidos en el pasado, también lo debemos estar en el futuro y tengo la convicción de que compartimos la meta del siglo XXI, que es hacer una comunidad moderna que hace de la firma del compromiso con la modernidad y la cultura sus señas de identidad', añadió. Además, Zaplana aseguró que el museo impulsará el turismo cultural y de calidad.