García Navarro elogia el dramatismo y la emoción del 'Réquiem' de Verdi
El director conducirá la obra los días 27 y 29 en el Teatro Real
García Navarro disertó ayer largamente sobre este Réquiem, sus méritos, su leyenda y el serio compromiso que representa para sus cuatro solistas vocales.Con algo de aire wagneriano en el tono y la forma, el director musical del Teatro Real habló sobre la legendaria misa de difuntos verdiana, reconociendo la pasión que experimenta por el compositor italiano y lo cómodo que se siente, batuta en mano, ante sus partituras: 'Verdi es quizás el compositor lírico que más se representa en el mundo, y en estos días sus óperas y el Réquiem se están oyendo en todas partes. No me reconozco exclusivamente como un director verdiano; considero que estoy en afinidad con Verdi, pero afronto a otros autores y el sinfonismo. La especialización empobrece a un director, ya sea en lo operístico o en lo sinfónico. Un buen director debe cubrir ambos terrenos'.
Cuatro voces
El Réquiem de Verdi será interpretado por la Orquesta y Coro de la Sinfónica de Madrid, la soprano francesa Sylvie Valayre, la mezzo argentina Alicia Nafé, el tenor surafricano Johan Botha y el bajo uruguayo Erwin Schrott. De los cuatro, solamente la mezzosoprano argentina ha cantado en la casa lírica madrileña. El resto de los cantantes tampoco han trabajado antes con García Navarro, que comentó: 'En estas fechas es muy difícil encontrar buenos cantantes disponibles para hacer el Réquiem; independientemente de las exigencias vocales, se trata de que hay una enorme demanda. Toco madera y cruzo los dedos para que ninguno se enferme a última hora, pues encontrar una sustitución adecuada resulta imposible'.
El director tuvo elogios para el coro de la casa: 'Lo está haciendo muy bien, no hay otra opción que pedirle mucho y responde. Este coro, que es una excepción en las casas de ópera por su juventud y su edad promedio, cada cosa que canta lo hace por primera vez, y se trata del gran repertorio, desde la Novena de Beethoven a las óperas'.
Alrededor del Réquiem verdiano, García Navarro hizo una introducción de sus tres preferidos: el de Mozart, el de Brahms y el de Verdi, cada uno con sus particularidades estilísticas: 'El de Mozart es el más hiriente; el de Brahms, por su reflexión y peso extraordinario, y el de Verdi, por su sello único, muy teatral, enormemente dramático. Es una obra redonda. Al empezar, te sobrecogen los violonchelos'.
Los siguientes montajes del Real serán La forza del destino, Ernani, Il trovatore y, el próximo 30 de marzo, Don Carlo.
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