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Reportaje:

Wicky moverá al Atlético

El conjunto rojiblanco ficha a un medio centro suizo de 23 años, del Werder Bremen

Se llama Raphael Wicky, es suizo, tiene 23 años y juega en la Bundesliga, en el Werder Bremen. Poco más se sabía de él hasta que su nombre fue asociado con equipos como el Manchester o el Milan, quienes, según repetían los rotativos alemanes, estaban interesados en su contratación. Si es cierto que lo estaban, ya han debido olvidarse de él, porque Raphael Wicky ha elegido y se ha quedado con el Atlético, con quien se ha comprometido hasta 2004.

Algo vieron los rojiblancos, y debieron ver el resto de equipos que le siguieron, en un futbolista que, pese a su edad, dirige hace tiempo a la selección suiza, cuya camiseta ha vestido en 32 ocasiones. Wicky está considerado un medio centro de corte defensivo, bastante completo, de gran presencia física y notable técnica, del que, eso sí, poco cabe esperar a nivel goleador, al menos teniendo en cuenta los antecedentes. En los 77 partidos que ha jugado en la Bundesliga ha marcado sólo un gol, y en los 12 disputados en competiciones europeas, dos. Llegó a Bremen hace tres años, procedente del Sion y en las dos últimas temporadas se ha hecho con la titularidad de forma indiscutible.

Wicky, aseguran en Alemania, ha rechazado sendas ofertas de los dos gigantes, el Bayern Múnich y el Borussia Dortmund. ¿El motivo? Quería jugar en la Liga española. Lo ha conseguido. En el Atlético se espera su llegada en las próximas horas, para ponerse al mando, cuando Marcos Alonso lo considere oportuno, del centro del campo del equipo, un puesto cuestionado desde el primer día.

El pasado viernes, Miguel Ángel Gil, el director general del club, y Paulo Futre, el director deportivo, se fueron a Turquía, donde estaba concentrado el Werder Bremen, para que Wicky certificara personalmente el acuerdo al que había llegado el Atlético con sus padres. A cambio de 90 millones de pesetas, Wicky será jugador rojiblanco hasta 2004. No era ése el precio que pedía el Werder, que se elevaba hasta los 175 millones. El Atlético no se mostró dispuesto a regatear por una sencilla razón: el 30 de junio Wicky acababa contrato y entonces sería rojiblanco a cambio de cero pesetas.

Wicky se convierte, así, en el tercer refuerzo del Atlético en el mercado de invierno, tras la llegada de Dani y de Fagiani. En sus primeras declaraciones a la prensa alemana, ha insistido en que no es un problema jugar en Segunda, 'porque el Atlético es un equipo grande', y ha desvelado que bastó que sus padres viajaran a Madrid para que se quedaran tan encantados con la ciudad, con el trato dispensado por Futre y compañía y con la oferta recibida. Wicky no dudó en elegir a España y al Atlético.

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