El fútbol español dice que no puede verificar los pasaportes de sus jugadores comunitarios

Las sospechas de falsificación de pasaportes de futbolistas, que tratarían así de no ocupar plaza de extranjero en sus respectivos equipos, se esparcen por Europa. En Inglaterra, el Ministerio del Interior investiga si el delantero lituano del Arsenal, Danilevicius, usó un pasaporte griego falso en diciembre para fichar por el club inglés. El brasileño Edu fue detenido el verano pasado en el aeropuerto de Londres con un pasaporte portugués ilegal, por lo que no fichó por el Arsenal hasta hace unos días.

En Holanda, un juzgado de Rotterdam dictaminó que Leonardo, brasileño del Feyenoord de 17 años, tenía un pasaporte portugués falso. En Francia, el Saint Étienne fue castigado con la pérdida de siete puntos tras haberse descubierto irregularidades en los pasaportes comunitarios de tres de sus jugadores: el ucranio Levytsky, y los brasileños Aloisio y Alex. En Italia, el Lazio evita alinear como comunitario al argentino Verón mientras se investiga si son ciertos los orígenes por los que obtuvo la nacionalidad italiana: un tatarabuelo de Calabria. Así, de ser considerado falso el pasaporte, el Lazio alegaría que, mientras se desarrolló la investigación, nunca lo utilizó como comunitario.

También en el calcio, la documentación portuguesa de Asunçao, centrocampista brasileño del Roma, presentó sospechas al mismo club romano, que lo inscribió como extranjero; al portero brasileño del Milan, Dida, se le ha retirado el pasaporte italiano, mientras que otro ex jugador del Milan, el central valencianista Ayala, también despertó dudas en Italia sobre la autenticidad de su bisabuela italiana.

En España, en cambio, no se ha investigado a ninguno de los 63 futbolistas nacidos fuera de la UE con pasaporte comunitario. 'A nosotros nos llega la documentación de sus respectivas federaciones, y no podemos meternos en labores detectivescas. Eso corresponde a la justicia ordinaria', explicó ayer Rogelio Núñez, directivo de la Federación. Por su parte, la Liga de Fútbol Profesional, señala: 'La picaresca siempre es posible, pero [la investigación] trasciende nuestra capacidad deportiva'. 'Si un club se siente perjudicado, puede denunciarlo a la Liga y ésta trasladarlo al ministerio fiscal', explica Juan de Dios Crespo, abogado especializado en derecho deportivo.