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Gobierno y ganaderos se plantean incinerar los toros tras morir en la plaza

La crisis de las vacas locas ha irrumpido en las plazas de toros. La Comisión Sectorial de Asuntos Taurinos, formada por el Ministerio del Interior y las comunidades autónomas, debatirá hoy la propuesta de incinerar los toros de lidia nada más morir en el coso. La iniciativa, que puede acarrear la desaparición de la carne de toro de lidia para consumo humano, surge de la dificultad de someter a las pruebas de detección del mal (obligatorias si la carne tiene como fin la alimentación humana) a estas reses, entre otros motivos, debido al elevado número de festejos y a la dificultad para congelar su carne. Aunque la última palabra la tienen los ministerios de Agricultura y Sanidad, la propuesta cuenta con el apoyo de los ganaderos, que temen que la detección de un toro enfermo suponga el sacrificio de la ganadería entera. Por ello piden que el Estado les pague la carne del animal, la incineración y un tercio del transporte. El Gobierno cántabro confirmó ayer que la vaca enferma detectada en su comunidad tiene 'poco más de 25 meses', lo que la convierte en el caso más joven hasta la fecha.

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