El Midem se abre con un homenaje a la música mestiza

La mañana de ayer encontró la ciudad de Cannes con carteles que decían: 'La música francesa triunfa en el Midem'. Aun antes de la inauguración oficial, la cita internacional de la industria discográfica, que cada año se repite en Cannes, cantaba, algo precipitadamente, un éxito que han apoyado hace un par de días los principales diarios franceses con grandes reportajes sobre la música francesa exportable.

Una campaña que el país anfitrión está dispuesto a defender a toda costa y con una característica que quita mucho de nacionalismo chovinista a su canto: casi todos los artistas que actuaron anoche en los conciertos de France influence son nacidos en África, Oriente Próximo y Asia. El mestizaje musical más exportable tiene marca francesa.

El Midem, que se desarrollará hasta el 24, ha convocado en su 35ª edición a 2.175 empresas de 91 países. En las últimas horas han llegado 6.000 participantes, principalmente del Reino Unido (786), EE UU (719), Francia (544) y Alemania (400). España, con 153 representantes, está en el séptimo lugar.

Pero la jornada inaugural tuvo una sola bandera: una etiqueta de prestigio con multitud de expresiones diversas. El doble programa de conciertos de anoche, bajo el paraguas de France influence, incluía a Anggun (nacida en Indonesia), Ishtar (nacida en Israel, de padre marroquí-español y madre egipcia), Les Nubians (dos hermanas de madre camerunesa) y Rachid Taha ('francés de nacionalidad argelina', como dice el propio músico), la gran estrella del momento. En el segundo escenario actuaban Benjamin Diamond, Dionysos, Modjo, Tahiti 80 y Zen Zila (marselleses de origen argelino).

Algunos de estos artistas, por la mañana, dejaron las cosas muy claras. Ishtar, ex cantante del grupo Alabina, afirmó que su estancia en París la había impulsado a lanzar su carrera en solitario. 'Francia adopta a gente de diferentes culturas y les abre las puertas del mundo. Ésa es su magia'. Las hermanas Celia y Hélène Faussart, integrantes de Les Nubians, que han llegado a vender cerca de 400.000 álbumes en EE UU, dijeron: 'Salvo los intelectuales y cierta élite, la mayoría de la gente tiene en la cabeza sólo clichés sobre África. Por eso vamos a continuar difundiendo la música africana, para que se conozca la diversidad de sus culturas. Es una especie de cruzada generacional'. Rachid Taha también reconoce que el ambiente musical parisiense es un importante caldo de cultivo. Y Anggun bromeó: 'Soy una legal alien'.