Ayala, de justiciero
¿Qué le pasó a Ayala? No se comporta así habitualmente. Es un defensa expeditivo, duro incluso, pero no hasta el punto que mostró el sábado. Roberto Fabián Ayala, de 27 años, un tipo tranquilo y circunspecto, un hombre experimentado -70 veces internacional con Argentina-, se vio superado por la tensión de su primera cita con el Barcelona en España. Su comportamiento cabe entenderlo, a su vez, desempolvando los antecedentes de su equipo.
El Valencia perdió el sábado anterior en Riazor (2-0) ante el Deportivo y achacó esta derrota a Djalminha, que sacó con sus marrullerías a los valencianistas de sus casillas. Entonces, la prensa valenciana llegó a la siguiente conclusión: esto no habría ocurrido de haber estado Ayala en Riazor -no estuvo por sanción-. Se presentó a Ayala como el anti-Djalminha: el duro que habría hecho morder el polvo al provocativo brasileño. Y quizá por eso quiso Ayala el sábado estar a la altura de su fama: asumió el papel de justiciero y lo pagaron los jugadores azulgrana, especialmente Simão y Rivaldo.
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