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Reportaje:FÚTBOL | 19ª jornada de Liga

Djalminha supera sus marcas

Inédita iniciativa del jugador brasileño del Deportivo: recurre un partido de suspensión en el juzgado de lo social

Xosé Hermida

Una demanda insólita contra una sanción insólita. Djalma Feitoza 'Djalminha', centrocampista brasileño del Deportivo, recurrió el pasado viernes a un juzgado de lo social de A Coruña para que se anule el castigo de un partido de suspensión que le fue impuesto por intentar agredir a su compañero Víctor. El futbolista brasileño alega en la demanda que se le está impidiendo indebidamente el ejercicio de su actividad laboral.

Goles maravillosos, gestos técnicos irrepetibles, broncas desmesuradas, expulsiones pintorescas ... El nombre de Djalminha aparece en todas las páginas de esta Liga, desde la crónica de sucesos a la lista de momentos deslumbrantes. Por si el historial del brasileño no fuera ya copioso, esta semana ha superado sus propias marcas: a la novedad de ser castigado por pelearse con un compañero, el brasileño añadió el viernes la inédita iniciativa de recurrir a la jurisdicción laboral para denunciar que no le dejan desempeñar su trabajo.

El club gallego es especialista en audaces piruetas jurídicas. De hecho, a su presidente, Augusto César Lendoiro, le sancionó la FIFA por vulnerar la norma de este organismo que prohibe el recurso a la justicia ordinaria por disputas sobre las reglas de la competición. Lendoiro pretendía que los tribunales anulasen hace un par de temporadas la clausura del estadio de Riazor. Los futbolistas, sin embargo, no tienen ningún impedimento para ejercer su derecho a la tutela judicial, por lo que en este caso la demanda la presenta formalmente Djalminha contra la Federación Española de Fútbol y su propio club, el Deportivo, aunque sean los servicios jurídicos de la entidad gallega los que asesoran al jugador brasileño.

El mismo viernes en que Djlaminha recurrió al juzgado de lo social, el comité de apelación de la Federación de Fútbol confirmó la sanción al centrocampista brasileño, y el club anunció de inmediato que presentará recurso ante el Comité Español de Disciplina Deportiva, al que solicitará la suspensión cautelar de la pena.

El castigo se basa en el acta arbitral del partido de Liga del pasado 13 entre Deportivo y Valencia (2-0). El colegiado Javier Turienzo Álvarez reseñó en el parte de incidencias del acta arbitral que, una vez finalizado el encuentro y cuando los jugadores atravesaban ya el túnel de vestuarios, Djalminha 'intentó agredir' a Víctor después de una fuerte discusión entre ambos que se había iniciado sobre el césped y después que el brasileño discutiera con Albelda, del Valencia. Por esa acción con Víctor, el comite de competición le impuso el castigo de un partido. El club alega que la actitud de Djalminha no conlleva el 'dolo necesario' y que, además, hablar de un 'intento de agresión' es un juicio de valor del árbitro y no un hecho constatable.

¿Se puede sancionar a un futbolista por un acto que, en principio, parece entrar más en el ámbito de la disciplina interna del equipo?. El comité de competición no lo duda, aunque tampoco deje de reconocer que en una pelea los antagonistas 'son normalmente jugadores del equipo contrario' y, en este caso, la agresión no se consumó. 'Pero el bien jurídico a proteger', indica el comité de competición para justificar su decisión, 'no es tanto la integridad física sino el desarrollo de todas las competiciones en ausencia de cualquier manifestación de violencia'.

Doctrina jurídica al margen, Djalminha y su club podrían alegar algunos agravios comparativos. En esta misma Liga, por ejemplo, el entrenador del Mallorca, Luis Aragonés, zarandeó en el banquillo al delantero camerunés Eto'o, que protestaba airadamente por ser sustituido. Es cierto que probablemente el árbitro no vio lo que sucedía fuera del campo -no consta en el acta del encuentro-, pero las imágenes de la bronca acapararon los informativos de televisión, y el comité de competición ya ha actuado otras veces de oficio basándose en un vídeo. También los jugadores del Valencia Cañizares y Djukic protagonizaron más de un altercado en pleno campo.

Tal vez el principal problema de Djalminha sea su reincidencia. En el mismo partido de la pasada semana, además de la sanción por la gresca con Víctor, recibió otras dos amonestaciones. Una, durante el juego por protestar una decisión del árbitro, que al ser la quinta le acarreó automáticamente un partido más de sanción. La segunda, también al final del choque, por encararse con Albelda, trifulca que provocó la intervención de Víctor y toda la tormenta posterior.

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Sobre la firma

Xosé Hermida
Es corresponsal parlamentario de EL PAÍS. Anteriormente ejerció como redactor jefe de España y delegado en Brasil y Galicia. Ha pasado también por las secciones de Deportes, Reportajes y El País Semanal. Sus primeros trabajos fueron en el diario El Correo Gallego y en la emisora Radio Galega.

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