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PEDRO RAZQUIN | LA SEMANA

El 'fichaje' más corto de Aldeasa

Ha sido uno de los fichajes más efímeros que se recuerdan. Se incorporó a Aldeasa el pasado mes de julio como nuevo consejero delegado con el objetivo de pilotar una ambiciosa política de expansión nacional e internacional que potenciase y consolidase el grupo. Y sólo le dió tiempo para poner sobre la mesa del consejo de administración un plan de desarrollo que, entre otras opciones, contemplaba la inversión de 100 millones de dólares en América Latina para diversificar el negocio y abrir nuevos mercados con la mirada en el futuro del grupo, antes de empezar a buscarse un mejor acomodo profesional.

Pedro Razquín, donostiarra de 56 años, e ingeniero industrial, se dio cuenta de inmediato que sus proyectos de expansión, a pesar de contar Aldeasa con unos recursos propios de 30.000 millones de pesetas, no cuadraban con la filosofía de varios consejeros de la sociedad que lo había contratado. Cinco meses más tarde optó por abandonar la compañía en silencio. 'Entré en Aldeasa para elaborar un plan de expansión. Pero cuando ves que no hay voluntad de ejecutarlo, honestamente, la única opción que te queda es salir discretamente para no causar perjuicios a la sociedad'. En Aldeasa dicen que se fue por razones personales.

Casado y con tres hijos, Pedro Razquin desarrolló sus primeros veinte años de actividad profesional en la banca, en el hoy fusionado Banco de Vizcaya, donde ocupó diferentes puestos de responsabilidad. Tras dos años como director general del grupo inversor Mercapital, dedicó la última década al desarrollo de la compañía de seguros para la salud Adeslas desde el puesto de consejero delegado. En este periodo hizo de Adeslas el primer grupo y punto de referencia en el sector con una facturación de 90.000 millones de pesetas e inversiones de 30.000 millones de pesetas.

No tiene hobbies. Su familia señala que su única afición es el trabajo. Dejó el golf por falta de tiempo para entrenar y por sus malos resultados. Su familia está asegurada, obviamente, en Adeslas. Y quiere volver al sector de los servicios, donde ha desarrollado casi toda su actividad profesional

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