'Hay que proteger el cine y el teatro'
Verónica Forqué es una de las caras amables del cine español. Esta actriz, que ofrece una imagen ante el gran público de mujer dulce y algo despistada, 'como en la vida real', asegura ella misma, ha iniciado su carrera como directora de teatro con La tentación vive arriba. Este texto clásico de George Axelrod, que protagonizan Chete Lera, Tony Acosta, Miriam Montilla y Paloma Gómez, llegó ayer a Huelva y recorrerá en los próximos meses las principales salas del país.
Pregunta. ¿Cómo es La tentación de Verónica Forqué?
Respuesta. Se trata de una obra que lo tiene todo y, cómo los buenos cuentos, presenta una moraleja y una reflexión final. Es una versión actual que está ambientada en Madrid, muy diferente al texto original de Axelrod, que ofrece al público diversión, ternura e ingenuidad. En definitiva, un montaje de lo cotidiano, de lo que puede ocurrir en la vida, pero contado en clave de humor y muy entretenido.
P. ¿Cómo se ve el teatro desde el patio de butacas como directora?
R. De manera muy diferente. La responsabilidad de dirigir es infinitamente mayor que la de actuar, porque se tiene que evaluar el montaje de una forma global, desde la historia y la música hasta el decorado, pasando por todos los papeles del reparto. El actor o la actriz, por el contrario, defiende su papel sobre el escenario y más allá no tiene responsabilidades.
P. ¿Cómo surge su interés por dirigir?
R. La dirección de una obra de teatro es algo que me planteaba desde hace tiempo. Al principio, cuando surgió la oportunidad de dirigir La tentación vive arriba me asusté mucho y me puse muy nerviosa, pero pensé que era el momento definitivo para empezar.
P. ¿Piensa que el teatro español padece una escasa financiación pública?
R. Todavía queda mucho por hacer en el teatro y en el cine, sobre todo en éste. No estoy de acuerdo con la política de dejar al cine español completamente desprotegido y en manos del tigre americano, como si fuera algo que sólo se compra y se vende. Una película española jamás podrá competir con la enorme publicidad de una película americana mediocre. El hecho de que una o dos cintas nacionales sean un éxito cada año, no significa que el cine español esté atravesando un buen momento, porque el resto se defiende muy mal.
P. ¿Piensa que la cultura es patrimonio de la izquierda?
R. No. Lo que ocurre es que los gobiernos de izquierdas parece que se preocupan más y le dan más valor a la cultura, pero ésta no es patrimonio de nadie. Al cine y al teatro hay que protegerlos siempre y necesitan más subvenciones al igual que otros servicios públicos.
P. Hablando de cine, ¿No ha pensado conquistar el mercado americano?
R. (Riéndose) No, no... Estaría loca si lo hiciera a los 45 años. Eso se lo plantea uno a los 25 años cuando todavía tienes mucha ilusión, juventud y energía.
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