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AJEDREZ

La danza de la muerte

Estudio de Henri Rinck, 1946.

Este hermoso estudio de uno de los compositores más inspirados de todos los tiempos demuestra, por enésima vez, que en este juego incluso las posiciones en apariencia más claras pueden encerrar secretos cuasi mágicos. La victoria blanca parece elemental: el rey negro desvalido en el centro del tablero, la dama alejada y expuesta y la mano de que dispone el blanco provocan la sensación de que todo no pasará de un mero trámite. Sin embargo, la solución es en extremo sofisticada, e incluye un curioso rodeo del caballo blanco que evoca la danza de la muerte que los hechiceros de pueblos primitivos solían bailar en torno al condenado a muerte. Después de 1 Cf6 j., Rf4 (o 1... Rf5 / 2 Th5 j., Rf4!, como en la línea principal; pero no 1... Rd4 / 2 Th4 j. con victoria inmediata) / 2 Th4 j. y parece como si las negras debieran rendirse de inmediato por la pérdida de la dama; pero después de 2... Rf5 / 3 Th5 j., Rf4! aparece el tema esencial de la defensa de las negras, que confiere al estudio todo su mérito: no vale, para ganar, 4 T - a5 porque las negras quedarían ahogadas. ¿Cómo ganar entonces, si no puede capturarse la dama? La idea de Rinck no puede ser más elegante: el caballo comienza a bailar su 'danza de la muerte' en torno al condenado monarca adversario: 4 Cd5 j.!, Re4 (única) / 5 Cc3 j., Rf4 (obviamente forzada; el rey no puede alejarse de la casilla clave del ahogado, f4) / 6 Ce2 j., Re4 / 7 Cg3 j. y la ceremonia ritual ha finalizado: el caballo y la torre blancos, en cercana colaboración, consigue eludir el tema del ahogo. 7... Rf4 / 8 Tf5 j.!, D - f5 (forzada) / 9 C - f5 y las blancas ganan.

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