Convulsión en los banquillos de Italia

El fútbol italiano vivió ayer uno de los días de mayor alboroto que se recuerdan. Por un lado, Arrigo Sacchi anunció su vuelta: dirigirá hasta junio de 2003 al Parma, precisamente el equipo en el que comenzó a labrarse un nombre. Cuando dejó el Atlético de Madrid, en el curso 1998-99, aseguró que nunca más volvería a entrenar. Pero su retirada definitiva no ha durado ni dos años. El hombre que revolucionó tácticamente el fútbol italiano, el técnico que se inventó el célebre Milan de los 80, el preparador que sacó petróleo de la presión y el fuera de juego, vuelve a los banquillos. Mientras tanto, en Roma, Sven Goran Eriksson anunció su dimisión como técnico del Lazio, el próximo rival del Real Madrid en la Liga de Campeones. Su final estaba cantado: un entrenador no acostumbra a sobrevivir al anuncio anticipado de su despedida y el sueco había desvelado hace dos meses que en junio se iría a la selección inglesa. Desde entonces sólo ha tenido problemas. Le sustituye otra leyenda, Dino Zoff, ex seleccionador italiano y ex presidente del Lazio. Eriksson asumirá de inmediato su destino británico.