Condenado por agresión sexual a una mujer que iba a una discoteca
La Sección Quinta de la Audiencia Provincial ha condenado a seis años de prisión a Jamal A., de 29 años y de origen marroquí, acusado de agredir sexualmente a una mujer de 25 años cuando ésta se dirigía a una discoteca en la que había quedado con un grupo de amigos. Asimismo, el acusado deberá indemnizar a su víctima con dos millones de pesetas y no podrá acercarse al municipio donde ella resida durante los tres años siguientes al cumplimiento de la condena.
La sentencia explica que el 31 de enero de 1999 la denunciante estuvo con unos amigos en varias discotecas de Collado Villalba. Sobre las 4.30, sus amigos fueron a un local distinto y ella se dirigió caminando sola en dirección a la discoteca Joker, donde esperaba encontrar a otro chico con el que había quedado citada.
En el camino fue interceptada por el acusado, que la empujó entre dos coches y la sometió a tocamientos. Como la mujer pidió auxilio, él la agarró fuertemente por el cuello y la arrastró hasta el portal de una finca. Al encenderse una luz, la mujer salió corriendo, pero Jamal la alcanzó, la cogió del brazo y la llevó hasta un paso subterráneo ubicado junto a la carretera de A Coruña (N-VI).
En el subterráneo, el hombre empujó a su víctima contra la pared, la tiró al suelo y la agredió sexualmente, tras lo cual la llevó a una gasolinera, donde intentó invitarla a comer un emparedado y a tomar unas copas en una discoteca cercana, según fuentes judiciales.
'Ella se insinuó'
Durante la vista oral, el acusado negó haber agredido sexualmente a la demandante y manifestó que fue ella quien se insinuó. 'Yo estaba sentado en un banco y ella se acercó y me invitó a tomar unas copas, porque me dijo que le gustaban mucho los marroquíes', declaró. 'Fuimos de una discoteca a otra, y es verdad que pasamos por el subterráneo para cruzar la carretera y por la gasolinera para comprar un sándwich, pero yo no la forcé sexualmente ni tuve ningún tipo de relación sexual con ella', añadió.
Por su parte, la mujer relató ante la sala que durante el trayecto de una discoteca en la que había estado con unos amigos hasta otra en la que había quedado con otro grupo de personas fue abordada por el acusado, quien la amenazó, golpeó y forzó sexualmente. 'Luego me llevó a una gasolinera y me dijo que pidiese un sándwich, pero yo no me atrevía ni a hablar, porque me daba miedo que me matase, así que preferí callarme y esperar a que me dejase marchar', manifestó.
El fiscal y la acusación particular calificaron los hechos como constituyentes de una agresión sexual y solicitaron una pena de nueve y 10 años de prisión, respectivamente. Por su parte, la defensa del acusado pidió su absolución.
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