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Dos niños británicos y su madre mueren asfixiados en un pueblo de Málaga

Dos niños británicos y su madre, de la misma nacionalidad, fallecieron ayer asfixiados en el pueblo malagueño de Coín tras desatarse un incendio en su vivienda, aparentemente causado por un cortocircuito. La mujer, de 29 años, perdió la vida al tratar de salvar a los pequeños, de 5 y 10 años, que dormían en la segunda planta. La abuela materna logró salir por una ventana y se descolgó por la cuerda del tendedero.

El fuego se originó sobre la ocho de la mañana en la planta baja de la casa, debido posiblemente a un cortocircuito en el enchufe del televisor y el vídeo. Los cuatro habitantes de la vivienda dormían en la parte superior. Esta circunstancia provocó que el inmueble ardiera durante más de 30 minutos sin que sus moradores lo advirtieran. Cuando la abuela y la madre se despertaron, el humo se había apoderado de las habitaciones. Tracy Johnson trató de rescatar a sus hijos, Joshua, de 5 años, y Thomas, de 10. Ya los tenía medio envueltos en una manta para protegerlos del fuego, pero pereció en el intento debido a la falta de oxígeno.

'La muerte por inhalación de humo es muy rápida', explicó Miguel García, jefe de la policía local de Coín. La abuela, Patricia, de 54 años, al percatarse de que ya no podía hacer nada por su familia, se descolgó por la cuerda del tendedero, lo que le provocó heridas leves. en un brazo.

Los bomberos, alertados por una vecina, llegaron al lugar a las 8.40. Debido a que casi toda la vivienda estaba en llamas y que el cuarto de los niños tenía rejas, tuvieron que abrir un boquete en el techo para acceder al interior. Pero no pudieron evitar la tragedia: la madre y los niños habían muerto y los intentos de reanimarles resultaron infructuosos. Según testimonios de los bomberos, los cuerpos no presentaban quemaduras, por lo que la muerte se habría producido por asfixia.

Presa de un estado de shock, la abuela se refugió en la casa de una vecina, donde recibió atención médica y psicológica. 'Está destrozada por la pérdida de sus familiares y porque cree que podría haber hecho más por salvarles la vida', comentó un asistente social. Si hubieran podido saltar, casi seguro habrían sobrevivido dado que las ventanas de la planta alta estaban apenas a unos cinco metros del suelo.

La familia residía en Coín desde hacía nueve meses. La joven estaba separada de su marido, que vive en Gran Bretaña y a quien ayer le fue comunicado el suceso.

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