'Haría lo imposible para hermanar a Platón y Madrid'
Sus anfitriones en Madrid son otros: Nietzsche, que le invita para que hable con motivo del centenario de su propia muerte; también Ortega le hizo venir desde Barcelona para volver la vista un poco atrás y aprovechar la ocasión para hablar de Arte y pensamiento. En su reciente seminario sobre La filosofía del límite en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, Eugenio Trias (Barcelona, 1942) aglutinó su pensamiento, su filosofía, 'esa literatura fantástica y conmovedora que se orienta hacia el conocimiento'. Para él, la sabiduría de la vida no es más (ni menos) que experimentar el llegar a ser lo que eres. Tal vez por ello, Trias, filósofo, escritor, profesor y uno de nuestros grandes pensadores, es de los pocos intelectuales que se sirven también del psicoanálisis. Treinta años ya de profesión, aunque, siendo filósofo, parece que el término profesión queda algo corto cuando sus días despejan una y otra vez tremendas incógnitas a base de reflexión, de asombro, de preguntas y de mucha tiza en la pizarra; así dicen que, en filosofía, un hallazgo puede llevar treinta años. Son también casi treinta las obras por él publicadas.
Pregunta. ¿En qué ayuda el psicoanálisis a la filosofía?
Respuesta. Aplica directamente la norma del conócete a ti mismo y despeja la inteligencia de las telarañas. Me sorprende lo poco que se sirve de ello el mundo intelectual y filosófico, pero ya decía Machado que siempre despreciamos lo que ignoramos.
P. El otro día me desearon que se cumplieran 'todos' mis deseos en 2001. ¿No es horrible?
R. Sí, hay que dejar cosas, pues si no, ¿qué sería del anhelo? [risas]. Mi pequeño deseo es poder seguir expandiendo mi pequeña buena nueva.
P. ¿Pensar es muy difícil en nuestro país?
R. Sí, francamente. Hay muy poca costumbre y poca tradición. Quien me conoce sabe de mi sentido del humor, pero esta excesiva frivolidad ambiental es una coartada frente a la reflexión. Hay demasiada cultura oral, tertulianos, chistes fáciles... El índice de nuestra máxima dignidad es la inteligencia, pero no se está desarrollando. La inteligencia está en el paro. Con lo interesante que es pensar las diferencias...
P. ¿Seríamos menos racistas si filosofáramos más?
R. Por supuesto. Y se aplacarían los violentos integrismos, y los nacionalismos... Nuestra gran composición en la filosofía no es la música, sino ese modo coherente de entender la vida.
P. Platón decía que la filosofía es la mejor música
R. Las palabras pueden ser grandes notas.
P. ¿Dónde llevaría a Platón por Madrid?
R. ¡Haría lo que fuese, para que Platón (el gran filósofo de la polis) y Madrid se hermanasen! Y no sería difícil: Madrid transmite mucha fuerza vital y espíritu democrático. Siempre he procurado que sea mi segunda ciudad.
