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Crítica:LA LIDIA | LA LIDIA
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Mari Paz Vega, lesionada con fractura de fémur

En la larga (tres horas 15 minutos) corrida, tediosa y trágica, primera del milenio en México, hubo de todo, como en botica: cornada a El Chaval, fractura a Mari Paz Vega, tres avisos a El Pana y trofeo a El Chilolo.

Al recibir a porta gayola al cuarto, Mari Paz Vega fue arrollada y el toro echó las manos por delante y al golpearla con fuerza le fracturó el fémur izquierdo. La malagueña no pudo levantarse y únicamente señalaba y gritaba: '¡La pierna, la pierna!'. Los monosabios se la llevaron a la enfermería y ya no pudo salir para seguir actuando. Lo anterior motivó que la mayoría de la concurrencia al final del festejo saliera desilusionada pues había asistido, principalmente, por el interés de verla actuar.

También El Chaval se fue a la enfermería. Éste, con una cornada en la pierna derecha con dos trayectorias de 17 y 20 centímetros. Recibió a porta gayola con limpia larga cambiada, un bicho que calamocheaba y que desarrolló mucho sentido y además espiaba al diestro; al darle éste el primer muletazo de la segunda valiente serie de derechazos la fiera lo prendió.

Y lo que iba a ser una corrida con cuatro matadores se quedó en un mano a mano entre el excéntrico El Pana y El Chilolo.

Al que abrió plaza, El Pana lo trapaceó sin ton ni son y sus subalternos Beto Preciado y Alfredo Acosta, en vergonzosa rueda de peones, le arrancaron las banderillas al burel para que el veterano torero pudiera tener libre el sitio para mechar al oponente.

Cuando en el segundo relevó a El Chaval en unos chicotazos preparatorios hizo el ridículo y, después, el pánico le invadió y el toro se le fue vivo al corral.

En el cuarto reemplazó a Mari Paz Vega y sólo instrumentó un muletazo con quietud, un trincherazo que pareció una pintura pero en el resto de su trabajo desperdició a la res de Carranco, que aunque dobló las manos 10 veces era noble. Si el coletudo de Apizaco fuera un verdadero profesional hubiera hecho faena.

En el quinto, El Pana estuvo haciendo sus vulgares excentricidades y zapatilleando dio algunos trapazos, convirtiendo aquello en una pachanga pueblerina.

Con dos afarolados ejecutados de hinojos saludó El Chilolo al anovillado tercero y se lució tanto al ejecutar primero chicuelinas andantes y después un quite de caleserinas como con los palitroques. En su faena, sus buenas maneras tropezaron con la invalidez del pastueño y noble ejemplar de Carranco, que también dobló las manos 10 veces.

Con el sexto, que rascaba, reculaba y se revolvía, alargó innecesariamente su quehacer muleteril y aburrió al público.

Al séptimo, pitado en el arrastre, lo banderilleó con acierto y en el último viaje colocó con precisión el espectacular par de Calafia. Con la sarga le hizo la lucha al manso enemigo y con tirabuzón le sacó suaves pases.

El rajado octavo no fue obstáculo para que volviera a destacar con los rehiletes, sobre todo al repetir el par de Calafia. Terminó ligándole dos tandas de templados derechazos.

Mari Paz Vega fue sometida a estudios radiológicos que confirmaron la fractura del fémur de la pierna izquierda, con lo cual se le colocó un clavo mediante intervención quirúrgica. Según los primeros informes, calculan un periodo entre cuatro y cinco meses para su recuperación.

La cornada de El Chaval presenta un orificio de entrada de 10 por ocho centímetros, con dos trayectorias de 17 y 20 centímetros. que diseca venas importantes, sin alcanzarlas. Si no hay complicación, su recuperación se estima entre tres y cuatro semanas.

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