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LA OFENSIVA TERRORISTA

Veinte encapuchados atacan con 'cócteles mólotov' seis bancos y la sede del PSE en Getxo

ETA intentó cometer un atentado en Sevilla con un coche bomba cargado con 100 kilos de dinamita horas antes de que finalizara el año, pero los equipos de desactivación evitaron una nueva tragedia. Los grupos de violencia callejera de apoyo a la organización terrorista, sin embargo, volvieron a la carga en algunas localidades de la comunidad autónoma con más éxito.

Y de nuevo Getxo, una localidad muy castigada por la acción de los encapuchados, fue escenario de una sucesión de sabotajes contra bancos. Una veintena de encapuchados atacó pasadas las dos y media de la madrugada de ayer las sucursales del Banco Santander, Banco de Vitoria, BBVA, Bankinter, BCH y Banco Pastor, todas ellas situadas en la calle Mayor del barrio de Las Arenas. La única sucursal en la que se produjo un incendio que arrasó el local fue la del Banco Pastor, mientras que el resto sufrieron daños sólo en la fachada y en zonas muy concretas de sus instalaciones. Los encapuchados lanzaron también bombas incendiarias contra la sede de los socialistas vascos, una sucursal de Telefónica y las oficinas del Metro en el citado municipio.

Sin fluido eléctrico

El segundo sabotaje de importancia se produjo en el municipio vizcaíno de Iurreta, junto a Durango, donde desconocidos quemaron a las 02.20 una subestación de Iberdrola. El fuego dañó el repetidor y el centro de la localidad se quedó sin suministro eléctrico durante más de dos horas, según informó la Ertzaintza. Un día antes, un artefacto de fabricación casera hizo explosión sobre las 23.45 en la entrada del edificio que Telefónica tiene en Plentzia (Vizcaya). La deflagración ocasionó daños muy escasos. Ese mismo día, varios encapuchados lanzaron cócteles mólotov contra los juzgados de la también localidad vizcaína de Portugalete. Los artefactos incendiarios únicamente ennegrecieron la puerta de acceso y la fachada.

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En Guipúzcoa también se produjeron incidentes. Al ataque en la madrugada de ayer con cócteles contra un cajero automático del BSCH en San Sebastián, hay que unir la colocación en la madrugada del pasado sábado de un artefacto de fabricación casera en la puerta de la sede del PSE-EE de la localidad guipuzcoana de Zumaia. La bomba estalló pasadas las dos de la madrugada provocando daños en la puerta del inmueble.

Álava tampoco se libró de la acción de los radicales. Varias decenas de personas se congregaron junto al domicilio del edil del PP de Amurrio Santiago Abascal en plena celebración de la Nochevieja para corear gritos en favor de ETA e insultos y amenazas contra el concejal popular, según aseguró el PP. Abascal ha sido objetivo preferente de los grupos de violencia callejera en forma de ataques contra su negocio o con pintadas amenazantes. Tanto el PP como el PSE criticaron los ataques.

El portavoz del Ejecutivo vasco, Josu Jon Imaz, se solidarizó con los dueños de las dos empresas de San Sebastián donde ETA colocó el pasado sábado sendas bombas con tres kilos de explosivo cada una. Imaz expresó su apoyo a los empresarios de la constructora Sukia y del concesionario de automóviles Daniel Barcos 'afectados por un chantaje y extorsión intolerables'.

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