El Banco de España obliga a los socios a 'inyectar' dinero para salvar a Aresbank
El Banco de España ha forzado a los responsables del Banco Árabe Español (Aresbank) a abordar urgentemente una ampliación de capital o, de lo contrario, a comenzar una liquidación ordenada de la entidad por la delicada situación patrimonial que atraviesa. En una reunión en la sede del banco emisor, los principales accionistas se comprometieron anoche a aportar los recursos necesarios para restablecer el equilibrio financiero. A finales del pasado mes de septiembre, el banco presentaba unas pérdidas de 2.862 millones de pesetas. En 1999 perdió 5.976.
La Comisión Ejecutiva del Banco de España del pasado día 26 de diciembre tomó la decisión de convocar al presidente de la entidad, Luis Vañó, para pedirle una solución de urgencia ante la situación del banco. Se trata de la primera decisión de fuerte calado en materia de vigilancia de la salud del sistema bancario que adopta el banco emisor con el actual gobernador, Jaime Caruana, que sustituyó a Luis Ángel Rojo en julio pasado. La decisión se produce en el séptimo aniversario de la intervención del Banco Español de Crédito, hoy integrado en el grupo BSCH tras un largo proceso de saneamiento financiero.Una reciente sentencia judicial del Supremo sobre una demanda interpuesta por un ciudadano árabe con residencia en Marbella contra el banco, sobre el embargo de una serie de fincas en esta localidad, ha sido el detonante de la crisis. El coste para el banco de esta sentencia era una fianza de 1.500 millones de pesetas, aunque existía el riesgo de que aumentara. Otras fuentes señalaron ayer que la fianza se había elevado a 11.000 millones. Para una entidad de 6.600 millones de fondos propios y una cuenta de resultados muy pobre, suponía un deterioro patrimonial importante.
El hecho de que los principales accionistas de la entidad, el Lybian Arab Foreign Bank y el Kuwait Foreign (60% entre ambos) se encontraran en el Ramadán (terminaba ayer) y no pudieran tomar soluciones económicas ha encendido las luces rojas en el Banco de España en la última semana y se ha actuado de forma rápida. Anoche se estudiaba la fórmula para aportar los nuevos recursos.
Crisis larvada
Aresbank, sin embargo, venía arrastrando la crisis desde hace años. Las cuentas públicas de la Asociación Española de Banca (AEB) recogían que Aresbank perdía el pasado año 5.976 millones de pesetas y que el margen de explotación era negativo en 996 millones de pesetas.En el actual ejercicio la situación no ha mejorado a pesar de los esfuerzos que han realizado sus gestores. Los últimos datos públicos del pasado 30 de septiembre reflejan unas pérdidas brutas de 2.862 millones de pesetas. A esa fecha, el margen de intermediación era de tan solo 72 millones de pesetas. El margen ordinario ascendía a 673 millones de pesetas y el margen de explotación era negativo en 1.317 millones de pesetas. El último dato de activos de la entidad a mes de noviembre pasado es de 56.000 millones de pesetas.
Corría el año 1974 cuando las autoridades libias proponen al Ministerio de Hacienda y al Banco de España de un banco árabe español para fomentar las relaciones comerciales entre ambos países en plena cima de la primera crisis del petróleo. El Gobierno de Kuwait, que estaba interesado en el mismo tema, presentó un proyecto similar. El Banco de España optó por autorizar una sola entidad y los dos países decidieron unirse en el capital del mismo banco. Los dos países controlaban la mayoría del capital. En 1975 nacía el Banco Árabe Español (Aresbank), banco español pero con mayoría de capital árabe. Esto explica que no se haya podido acoger a la legislación dictada para la banca extranjera.
La primera estructura de capital la suscribieron Lybian Arab Foreign Trading de Libia con el 30%; Kuwait Foreign Trading con otro 30%; el Instituto de Crédito Oficial, el 9,33%; el Instituto Nacional de Industria (INI), el 7,33%; el Banco Exterior de España, el 6,66%; el Banco Hipano Americano, el 6,66%; el Banco Bilbao, el 6,66% y el Banco Central, el 3,33%. La evolución de las instituciones y los procesos de fusión de las entidades ha cambiado la estructura de capital, aunque sigue estando bajo el control del capital árabe en un 66%. Lybian Arab sigue con el 30%, al igual que Kuwait Foreign. Crédit Populaire de Algérie ha tomado el 6%.
Este grupo forma el paquete de control del banco y controla la gestión. De hecho, este accionariado fue el que nombró presidente de la entidad a Luis Vañó en diciembre de 1995. Les acompañan actualmente en el capital el BBVA con el 16,67%; la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (que heredó la acciones de antiguo INI), el 7,33%; el Banco Atlántico, con el 6,67% y el BSCH, con el 3,33%.
Aresbank tuvo unos primeros años espectaculares en cuanto a resultados, con crecimientos de negocio y de los beneficios superiores al 20% anual acumulativos, y pronto amplió su capital inicial de 1.500 millones a 5.250 millones. En la década de los ochenta, la entidad lograba superar los 2.200 millones de beneficios y los activos llegaron a superar los 300.000 millones de pesetas.
En el año 1989, el banco firmó con Ercros un acuerdo para la amortización de la deuda de ERT. Se trataba de la amortización anticipada de una deuda de 19.000 millones de pesetas que ETR mantenía con 50 bancos. Esta operación puso fin a la crisis financiera en la que la empresa entró en 1982.
Percances empresariales
Sin embargo, con la llegada de los noventa, el banco comienza a verse salpicado por algunos percances empresariales derivados de suspensiones de pagos y sus imagen queda un tanto manchada. En diciembre de 1995, el presidente de la entidad desde 1974, Abdula A. Saudi, de nacionalidad libia, presentó su dimisión ante la junta general de accionistas. El presidente reconició tras la junta que su dimisión se debió a: "Presiones diplomáticas de Estados Unidos debido a que mi pasaporte es de nacionalidad libia". Abdula A. Saudi tuvo que dejar un año antes la presidencia del Banco Atlántico por idénticos motivos. Desde entonces es presidente Luis Vañó. El nombre de Aresbank ha estado presente en la lista de acreedores de algunas importantes suspensiones de pagos como las de la aceitera Frint España, Merco, Autex y Lysa, entre otras.
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