"La televisión debería ser hoy mucho más solidaria"

Una estancia en Camboya como veterinario lo convirtió en solidario de por vida. José Luis Guirao (Granada, 1964) comprendió ayer que, más que veterinarios, lo que el país necesitaba era gente dispuesta a echar una mano, a arrimar el hombro. Así creó una ONG, La Casa del Agua de Coco, dedicada a enseñar técnicas de desarrollo agrícola a familias para que éstas puedan ser autosuficientes. Su ámbito de trabajo, en Madagascar, Camboya o Brasil, le valió el pasado 27 de noviembre la concesión del Premio Solidario de la Fundación Complutense de Madrid. Para Guirao, que lleva ya reclutados cerca de 600 socios, "la solidaridad ha dejado de ser una moda para convertirse en un modo de vida".Pregunta. ¿Cómo surgió La Casa del Agua de Coco?

Respuesta. Yo estaba en Camboya en 1992 como veterinario. Siempre tuve inquietudes, pero allí me di cuenta de que la gente a la que trataba, gente sin dinero, niñas prostitutuas, niños sin escolarizar, necesitaban un proyecto integral. Ideé un plan para sacar a los niños de la calle, y así fue naciendo todo.

P. Su ONG nunca da dinero. Trabajan, digamos, "en especie"...

R. Así. Nosotros lo que damos es una educación, unas técnicas para que, con quienes trabajamos, terminen siendo autosuficientes. Damos una dignidad y unos conocimientos.

P. Parece que eso ha funcionado.

R. Sí. Otras organizaciones que nos han visto trabajar han decidido aplicar las mismas técnicas que nosotros, que se basan en ayudar sobre todo en la estructura familiar. Se trata de que una familia aprenda un oficio al objeto de no tener que depender de nadie.

P. ¿De dónde viene el nombre de La Casa del Agua de Coco?

R. En Camboya, cuando no había suero, ni medicamentos, ni nada para los enfermos, se les daba agua de coco como un sustitutivo. Funciona como un suero glucosado. Nosotros somos, en cierto modo, ese tipo de suero para gente que no tiene nada.

P. ¿Cree que la gente sería más solidaria si en lugar de conectar una cámara en una casa 24 horas al día la conectaran en un invernadero?

R. Esos programas de la televisión como Gran Hermano o El bus me parecen absurdos. Son un reflejo de la sociedad en que vivimos: la que traga bazofias. La televisión podría y debería ser hoy mucho más solidaria, porque educa, educa bien o mal, según quiera. Si los programadores fuesen inteligentes concienciarían de lo que pasa en el mundo. Sin embargo, ahora hacen todo lo contrario.

P. ¿Está de moda hoy ser solidario?

R. Hubo un tiempo en que era una moda. Ahora ya no. Hay más solidaridad que antes. Creo que es porque la gente está más sensibilizada.