La gran actuación de Mazzoni no logra darle el triunfo al Racing
El azar mete goles, que se lo pregunten a Antonio López, y también juega malas pasadas, como se la jugó ayer al Racing. Tras remontar un marcador adverso, con dos golazos de Amavisca y Mazzoni, surgió la jugada imprevista que iba a decidir el rumbo del partido. El meta Lemmens derribó en el área a Pachón, el árbitro señala el correspondiente penalti y decreta la expulsión del portero belga. En un instante, todo el esfuerzo cántabro se vino abajo. El Valladolid empató por medio de Jesús, mientras el Racing se quedaba con un hombre menos, al sustituir a Mazzoni por Ceballos.A partir de ese momento, el equilibrio de fuerzas se inclinó del lado vallisoletano. Durante 20 minutos, el partido se convirtió en un monólogo del Valladolid. Eusebio, Caminero, Jesús y Pachón tocaban el balón como querían en el centro del campo, pero la falta de pegada en el remate y los reflejos felinos de Ceballos impidieron que el Valladolid lograra llevarse los tres puntos.
RACING 2VALLADOLID 2
Racing: Lemmens; Tais, Arzeno, Mellberg, Sietes; Julio Álvarez, Ismael, Vivar Dorado (Espina, m.73) , Amavisca; Mazzoni (Ceballos, m.68) y Rushfeldt (Preciado, m. 83). Valladolid: Bizarri; Torres Gómez, García Calvo, Heinze, Marcos; Jesús, Eusebio; Fernando Sales (Pachón, m.61), Caminero (Ricchetti, m. 75), Antonio López; y Alberto. Goles: 0-1. M. 19. Antonio López centra desde la banda izquierda y el balón se cuela en la portería por el primer palo. 1-1. M. 35. Amavisca marca de disparo raso un paso medido de Mazzoni 2-1. M. 39. Mazzoni recoge un despeje de Bizarri y lanza a la media vuelta un cañonazo imparable. 2-2. M. 69. Jesús, de penalti. Árbitro: Muñiz Fernández. Expulso a Lemmens (m. 67). Unos 12.000 espectadores en El Sardinero.
Hasta ese instante fatídico, el dichoso penalti de Lemmens, el Racing hizo méritos más que sobrados para inclinar la balanza a su favor. Con el debú del argentino Mazzoni, el pichichi de la Liga suiza, llegaron los goles. Parecía que el Racing había curado las heridas que aún produce la nostalgia por Salva. De las botas del delantero argentino salió igualmente el pase medido a Amavisca que significó el empate y el principio de la remontada. Sin embargo, todas las esperanzas que hizo concebir Mazzoni se vinieron abajo a partir del penalti y de la expulsión del portero belga Lemmens. Todo lo demás, incluido el enorme esfuerzo físico desplegado por los jugadores cántabros, se convirtió en mera anécdota. Así es el fútbol. Al final, el empate era el mal menor para el equipo que había hecho el mayor esfuerzo. Pachón, Alberto y Jesús perdonaron goles cantados cuando se hallaban en inmejorables condiciones para batir a Ceballos convertido además en el héroe de su equipo.
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