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Entrevista:FÚTBOL 16ª jornada de LigaJORDI CRUYFF - JUGADOR DEL ALAVÉS

"Quiero jugar donde se sufra"

Hace cuatro años y medio que no pisa el césped del Camp Nou. Hoy, 20 de diciembre, vuelve a casa. No es un niño de papá, nunca lo ha sido, y sigue empeñado en demostrarlo, como hacía desde que jugaba en el patio del colegio. Jordi Cruyff (Amsterdam, 26 años) quiere revelarse como un futbolista autosuficiente y maduro. Tal vez por eso ha elegido un destino como el Alavés, donde le obligan a correr como el que más.Pregunta. ¿Espera hoy un recibimiento del estilo a Figo o al de las viejas glorias?

Respuesta. ¡Nooo! Tipo Figo, para nada. Un recibimiento bonito y punto, como al 90% de los jugadores que se han ido del equipo y vuelven por primera vez.

P. ¿Estará su padre entre el público?

R. No lo creo, aunque nunca se sabe.

P. Estará harto de que le pregunten por él.

R. No.

P. ¿Le ve entrenando de nuevo?

R. No lo ha hecho en cinco años y, a sus más de cincuenta, ya no tiene edad para volver a entrenar. Ya hizo lo suyo en el mundo del fútbol. Para mí lo más importante es su salud.

P. Hablemos de Jordi, no de Johan. Usted ha pasado por el Barça, el Manchester United y el Celta. ¿Ha perdido caché ahora?

R. Sí, no hay por qué disimularlo. Cuatro años son mucho tiempo para un futbolista que apenas ha jugado. Nunca sabré por qué, pero en el Manchester no dejaron que me marchara. Tuve que aguantar hasta el final del contrato. Si fuera el caché lo que me importa, estaría en un equipo de la Liga de Campeones, pero de suplente. A mí me interesa jugar.

P. ¿Cómo se le ocurrió fichar por el Alavés?

R. Tenía un preacuerdo con el West Ham desde marzo, pero no se concretó. Al final vine al Alavés porque estaba convencido de que no iba a pasar apuros para bajar. Además, estaba Mané. En España no hay estabilidad para los entrenadores, desgraciadamente, y sabía que él iba a seguir aquí. Y él no me quería de delantero centro, donde hace años que no juego ni me atrae.

P. ¿Con qué ánimo juega en Vitoria? El Alavés no es un fin en sí mismo para usted.

R. No es un fútbol tipo Barça o Manchester, donde sabes que vas a ganar. Aquí luchamos por cada punto. Es lo que buscaba porque no me motivaba entrar al campo los últimos minutos con un 3-0 en el marcador. Eso no te hace sentir futbolista.

P. ¿Quiere recuperarse como futbolista?

R. Quería jugar al fútbol y en un sitio donde las cosas no fueran regaladas, donde hay que sufrir. Era una de las facetas que siempre me habían faltado, porque siempre había estado en equipos ganadores; no había que sufrir por los puntos. En el futuro, esté aquí o no, voy a apreciar muchísimo mi etapa aquí, por todo lo que voy a aprender. Todos curran y el que no trabaja no juega.

P. ¿Y demostrar a los demás sus cualidades como futbolista?

R. Es indudable que algo bueno he de tener. Tengo un estilo de jugar que puede encajar en muchos equipos. Que la gente no lo sepa es normal porque no me ha visto en muchos años. Yo no tengo dudas.

P. ¿Cuál es el jugador con el que mejor se ha entendido?

R. Solskjaer.

P. ¿Hay que aprender del fútbol inglés?

R. La jugada de Di Canio de esta semana es para aplaudirla. Eso mismo se hace aquí y la gente no lo respeta. Ese jugador va a tener una ventaja en partidos posteriores. Aquí, en cambio, se piden tarjetas para los contrarios. No hay compañerismo. Pero Inglaterra también tiene problemas, con los hooligans.

P. ¿Cómo ha visto la Liga tras cuatro años?

R. Extraña. Ha dado un revolcón: equipos recién ascendidos que se mantienen, otros históricos que descienden...

P. ¿Es sano que haya ganado el Deportivo la última Liga?

R. Sí, dio un toque de atención a los grandes.

P. ¿Cree que hay demasiada bipolaridad?

R. Ahora mismo, el Valencia, el Deportivo y el Real Madrid son los equipos grandes. Son tres. Pero mañana puede cambiar.

P. ¿Cuál es su favorito para ganar la Liga?

R. Ahora mismo el Real Madrid, hay que ser realistas. Se ha reforzado bien.

P. Y tiene a Figo.

R. Sí, se nota en Can Barça. Antes llevaban el equipo tres o cuatro y ahora sólo son dos o tres. Un Barça con Figo es más respetado que un Barça sin él.

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