"Los problemas financieros de las universidades se estabilizarán en siete años"

A sus 48 años, José Sánchez Maldonado aún no ha dejado atrás un espíritu rebelde que le ha costado más de una riña en el PSOE, partido en el que ingresó en 1988 y al que representa como concejal en el Ayuntamiento de Málaga en la presente legislatura, en lo que ha sido su primera incursión "seria" en política. En su faceta docente, comenzó a trabajar en le Universidad de Málaga en 1976 y desde 1992 es catedrático de Hacienda Pública de la Facultad de Económicas, otro de los lugares donde imparte clases, además de los plenos del consistorio malagueño.Pregunta. ¿Qué sensación le produce haber recibido el Premio Andalucía 1999 de Economía y Hacienda Autonómica?

Respuesta. Un galardón como este siempre inspira un importante grado de satisfacción por el reconocimiento a 25 años de carrera docente e investigadora en este campo.

P. ¿Cómo cree que digiere el ciudadano de a pie la avalancha de datos económicos que a veces ofrecen los medios de comunicación?

R. Es muy difícil. A veces nos cuesta trabajo entenderlo a los que somos economistas, de ahí las trabas para trasladar los datos a los ciudadanos. El momento en el que los ciudadanos entienden mejor las cifras económicas es cuando éstas les afectan directamente al bolsillo.

P. ¿Cómo valora las dificultades en la financiación de las universidades?

R. El problema reside en que las universidades andaluzas no han nacido en el mismo espacio temporal y en la forma de resolver los problemas presupuestarios, es decir, prorrogando las cuentas y aplicando técnicas incrementalistas. Este sistema hace que las instituciones más antiguas como Sevilla o Granada siempre vayan a estar mejor dotadas que las más jóvenes. A tenor del esfuerzo que ha supuesto dotar en menos de 10 años a todas las provincias con una universidad, es lógico que las más jóvenes tengan más dificultades económicas.

P. No obstante, las partidas siguen siendo muy dispares.

R. Un factor que agrava el problema de financiación es la tendencia a compararse entre diferentes ciudades que, al observar la dotación por alumno, hablan de un agravio comparativo que es evidente. Este agravio debe ser observado en términos relativos teniendo en cuenta el surgimiento de estas nuevas universidades, que ha coincidido con una fuerte presión demográfica. En unos siete años los problemas financieros se estabilizarán.