El sistema del partido único hace estragos
Caen cinco 'primeras': Madrid, Alavés, Málaga, Real Sociedad y Oviedo - Al Rayo lo salvan los penaltis - El Atlético, adelante
El Real Madrid, el Alavés, el Málaga, la Real Sociedad y el Oviedo. Cinco equipos de la Primera División cayeron ayer ahogados en el partido único, en el partido-trampa, la nueva modalidad adoptada por la Copa, que ayer más que nunca hizo honor al tópico de torneo del K.O. Los cinco fueron echados de la competición por conjuntos de inferior categoría: de Segunda B en el caso del Madrid, el Alavés, el Málaga y la Real y de Segunda en el del Oviedo, que dobló la rodilla ante el Tenerife, al fin y al cabo el líder de esa categoría. Radomir Antic, el técnico ovetense, decía antes del partido que el nuevo sistema castiga severamente a equipos como el suyo, obligados a hacer un viaje larguísimo para disputar un partido en el que el éxito es ínfimo comparado con el fracaso. Y fracasó el Oviedo, al que de nada valió conseguir su primer gol de la temporada fuera de casa, ya que apenas atemperó el 2-1 final.
Aparte del Madrid, protagonista en Toledo del más ilustre batacazo, las mayores sorpresas las depararon el Alavés y la Real Sociedad, que se estrellaron ante la Gimnástica de Torrelavega y el Beasain respectivamente.
El pasado lunes, Desio, jugador del Alavés, declaraba: "En alguna competición nos van a pegar un palo bueno". Se lo han pegado. El Alavés se presentó en Torrelavega con alguna ausencia significativa, como la de su goleador Javi Moreno, pero la mayoría de sus habituales saltaron al césped. La Gimnástica se adelantó pronto en el marcador (Javi, m. 12) e igualó la remontada del Alavés, que llegó al tramo final con 1-2 a su favor gracias a los tantos de Magno y Epitie, en el tiempo añadido. Juanjo fue el autor del histórico gol del empate. Luego, la lotería de los penaltis provocó el júbilo en El Malecón.
Dada su trayectoria, la derrota de la Real no sorprendería excesivamente de no ser porque su verdugo, el Beasain, ocupa actualmente la 15ª plaza en su grupo de la Segunda B. De nada sirvió que Periko Alonso, el técnico realista, contara con sus titulares. Quizá, porque éstos siguen abonados al fiasco. Sukía, autor de los dos goles del Beasain, fue el héroe del encuentro.
En el último minuto de su partido cayó el Málaga (3-2) ante el Ceuta, un equipo que tuvo el enorme mérito de remontar un 0-1 y un 1-2. Silas logró el gol que despedía al equipo de Joaquín Peiró de una competición en la que otros grandes, como el Rayo, tuvieron que llegar a la tanda de penaltis para salir indemnes del enorme apuro. El Rayo se enfrentó a un equipo de Tercera, el Orotava, y a los siete minutos ya estaba con un jugador menos por la expulsión de Bolo. Aun así, consiguió marcar (Pablo Sanz, de penalti), pero el Orotava subió la igualada al marcador y los penaltis acabaron dictando sentencia.
También la UD Las Palmas y el Numancia solucionaron sus partidos desde los 11 metros tras empatar a uno en sus compromisos frente al Sporting y el Barakaldo. Tanto el Deportivo como el Celta salvaron los muebles por la mínima, el primero ante la Universidad y el segundo ante el Mensajero, mientras que el Zaragoza recibió con alborozo el primer penalti que se le señala a su favor en los últimos nueve meses y que, transformado por Aragón, le valió para ganar al Éibar.
Feliz sería el Atlético si siempre se enfrentara al Salamanca, un rival al que ya derrotó en la Liga y ante el que también triunfó ayer (1-0) gracias al habitual gol de Salva. El Salamanca volvió a mostrar uno a uno todos los defectos que le acompañan esta temporada y sus intentos de apostar por el toque quedaron lastrados por su incapacidad para hacerlo, amén de su falta de carácter. El Atlético no necesitó más que mantenerse tranquilo para solventar un conflicto que, a la postre, le resultó sencillo.
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