Bustinduy y Aguilar desean integrarse, pero sin renunciar a liderar el PSOE de Málaga
La integración pretendida por los dos candidatos a la secretaría general del PSOE de Málaga, Marisa Bustinduy y José Aurelio Aguilar, se antoja lejana. Ninguno de los dos se muestra dispuesto a renunciar a sus aspiraciones, si bien en sus manifestaciones públicas insisten en que hay margen suficiente de tiempo hasta el sábado, día del congreso y que existe coincidencia de fondo sobre el proyecto político y el modelo de partido. Ambos recordaron que en la reunión que el martes mantuvieron con unos 40 dirigentes del partido recibieron la petición unánime de que se unan. Sí hay discrepancia sobre otros aspectos. Así, Bustinduy cree que cuenta con más apoyos que su adversario, y se remite a los responsables de agrupaciones que así lo manifestaron en la reunión (cuatro de la capital y la mayoría de las de la provincia). Aguilar resta valor a esos pronunciamientos y ha recordado que los delegados votarán el sábado de forma "individual, secreta y libre".
El PP entró ayer en el conflicto del PSOE y acusó al Gobierno de la Diputación, alineado con Bustinduy, de usar la institución en favor de una parte del partido, "utilizando las inversiones y contrtaciones como moneda de cambio". El portavoz popular, Diego Maldonado, hizo responsable de la arbitrariedad en el reparto de fondos a Manuel Chaves, de quien dijo que al incorporar al vicepresidente de la Diputación, Salvador Pendón, a su nueva ejecutiva, "le ha convertido en un conseguidor de apoyos para una candidatura". Pendón calificó de vergonzosa la intervención del PP en el proceso interno del PSOE y tachó de "carroñera" la actitud de Maldonado. Recordó que el plan de obras y servicios fue aprobado por unanimidad y que en el reparto se usó el criterio objetivo del número de población.
