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Los misteriosos fueras de juego del Atlético

Los futbolistas deciden por su cuenta adelantar la defensa saltándose las órdenes del técnico

Diego Torres

Los desconcertantes goles que recibió el Atlético en el Sánchez Pizjuán, contra el Sevilla (3-1), han descubierto un nuevo agujero en el castigado conjunto madrileño. Y no tanto por la forma en la que se produjeron los tres, a partir de unos fueras de juego mal tirados y sin sentido, sino por las posteriores explicaciones que sobre ellos dieron los protagonistas. Que hablan, si no de indisciplina, cuando menos de cierto caos. Los defensas se adelantaron alocadamente por iniciativa personal, pasando por encima del plan táctico establecido por el entrenador, sin consultarle siquiera. Y ni los jugadores ni el entrenador han intentado disimular el sinsentido."Fuimos Hibic y yo personalmente los que decidimos tirar las líneas más arriba", confesó Juanma López el pasado lunes. "No teníamos entrenado jugar con la defensa adelantada", añadió, "surgió así. Veíamos que llegábamos con mucha facilidad y ellos no, y por eso decidimos adelantar las líneas. Veíamos imposible que nos ganaran".

Marcos Alonso, que ya nada más concluir el partido afirmó "no entiendo por qué tiramos tan adelante la defensa en el segundo gol", se reafirmó ayer en conferencia de prensa: "Yo no mandé poner la línea tan arriba. Eso fue cosa de los jugadores. La tiraron inconscientemente. Es que además yo no puedo ordenar una cosa que ni siquiera hemos ensayado".

El caso es que el domingo por la mañana, ante la perplejidad de los aficionados y del propio entrenador -también del rival- la defensa rojiblanca tiraba el fuera de juego o achicaba el campo adelantándose hasta límites temerarios. Frente a delanteros tan rápidos como los del Sevilla, el achique del Atlético era un suicidio. Sobre todo cuando no suele hacerlo y no tiene entrenado ese movimiento. La consecuencia de la novedad táctica del Atlético fue que el Sevilla encadenó ocasiones a porrillo. Bastaba conque insistiera en pases largos y carreras de Olivera, Víctor y Ribera a la espalda de los dos centrales, Hibic y López. Así pudieron caer cuatro, cinco, seis goles.

El domingo pasado la falta de conexión entre jugadores y técnicos quedó en evidencia. Marcos no dio orden de adelantar líneas y los centrales rozaran el círculo central. López subió al centro del campo y fue incapaz siquiera de pisar el área en los tres goles sevillanos. Sólo bajaron los laterales, Gaspar y Toni, haciendo el doble de esfuerzo. Hibic, por su parte, fue cogido a contrapié en todas las ocasiones. Nunca se acercó a los rematadores. No tuvo tiempo ni de reaccionar. Y al Atlético le pasó lo mismo.

Ciertas versiones relacionan estos errores con la falta de sintonía existente entre el entrenador y algunos jugadores. "¿Está loco?", comentó ayer un miembro del cuerpo técnico del Atlético. "Los goles fueron consecuencia de unos errores puntuales, nada más. ¿Cómo van a ser acciones intencionadas?".

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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