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FÚTBOL 14ª jornada de Liga

El Athletic encuentra un filón

El Oviedo recibe una goleada en apenas un cuarto de hora

Era el Oviedo. El equipo que andaba buscando el Athletic para salir del agujero era el conjunto que dirige Radomir Antic: un equipo misterioso al que cuando se le ve jugar en casa no se entiende como pierde estrepitosamente fuera y cuando se le ve jugar fuera no se comprende como puede ganar con tanta abundancia en casa.Andaba el Athletic sin brújula, sin estilo, sin carisma, sin orden y sin atributos individuales, buscando un alma caritativa que le ofreciera un partido acomododado. Y en esto llegó el Oviedo, un equipo sin hacer, que ni ataca, ni defiende, y ofreció una goleada escandalosa, excesiva para un partido tan mal jugado por casi todos los participantes.

Conviene no engañarse. El partido fue malo hasta la saciedad. El primer tiempo estuvo a punto de tumbar el estadio por el estruendo de los bostezos. El primer disparo del partido llegó en el minuto 40. El insurgente fue Iván Ania, que decidió romper la monotonía. El siguiente llegó dos minutos después, cuando Yeste quiso sorprender a Esteban en un libre directo. Ambos jovenzuelos debieron pensar que, de seguir así, el Comité de Competición podría actuar de oficio y anular el partido por falta de combatividad y dejar a ambos equipos sin el punto al que parecían aspirar.

ATHLETIC 4OVIEDO 0

Athletic: Lafuente; Lacruz, Roberto Ríos, Alkorta, Del Horno; Óscar Vales (Alkiza, m. 79), Orbaiz; Joseba Etxeberria (Yeste, m. 39), Guerrero, Javi González (Tiko, m. 81)); y Urzaiz.Oviedo: Esteban; Pablo Suárez, Danjou, Martinovic, Boris (Jaime, m. 71); Onopko; Amieva (Moller, m. 57), Tomic, Iván Ania; Losada y Oli (m. 71). Goles: 1-0. M. 49. Centro desde la derecha de Javi González que cabecea Yeste en el segundo palo. El balón rebota en Esteban y acaba en la red. 2-0. M. 56. Urzaiz controla en el área y dispara. El balón va a los pies de Yeste que marca a placer 3-0. M. 64. Lacruz habilita a Javi González que encara a Esteban y le bate por bajo. 4-0. M. 92. Julen Guerrero culmina una gran jugada de Yeste. Árbitro: Megía Dávila. Amonestó a Roberto Ríos, Javi González, Del Horno, Martinovic, Boris y al entrenador del Athletic, Txetxu Rojo. Unas 32.000 personas en San Mamés.

En un arranque de ira contra el hastío, el Athletic solventó el partido en apenas un cuarto de hora. El primer gol de Yeste fue el retrato del encuentro: cabezazo hacia afuera desde la línea y el balón que golpea en el portero y se introduce en la portería. Una carambola, una circunstancia, que rompió definitivamente el sopor previsto. Porque el Oviedo sólo existía por la presencia inconmesurable de Onopko, capaz de anular el juego áreo de Urzaiz y de dirigir el juego bajo de su equipo. Casi todo lo hizo bien, pero sus compañeros se empeñaron en llevarle la contraria y casi todo lo hicieron mal.

El gol descosió la red de Antic y el Oviedo se entregó a un equipo sólo voraz. El desorden de los asturianos le permitió al Athletic desarrollar el contragolpe por vez primera en la temporada. Jugadas al primer toque, goles bellísimos de elaboración, taconazos, túneles y algunas frivolidades inconcecibles en San Mamés esta temporada.

Era un estado de confianza absoluta en el Athletic, que encontró en Óscar Vales un conductor acreditado y sutil, y en Yeste, un zurdo clásico al que no le puedes dar un metro, y en Javi González un futbolista hambriento de gol. Pero es que el Oviedo era la imagen de la desconfianza: un equipo entreguista que ya se ha acostumbrado a perder cuando viaja.

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