Orantes, en su debú: "Hombre, a lo mejor molesto"

Cuando debutó en el equipo español de la Copa Davis, Manuel Orantes tenía 17 años. Era un jugador con futuro, pero pardillo, que debía hacerse un hueco entre Manuel Santana, Joan Gisbert o Lis Arilla. "Hombre, a lo mejor molesto", confiesa ahora que se planteó cuando comenzó a pelotear con aquéllos a los que había visto por la televisión ganando a Estados Unidos, en Barcelona, en 1965."Para mí fue incluso una sorpresa que Jaume Bartrolí me llamara para formar parte del equipo", recuerda Orantes con la perspectiva de 33 años; "Santana, Gisbert y Arilla eran ya grandes jugadores y cuando salía a jugar contra ellos me sentía cohibido". Orantes no debutó en la final de aquel año, en Brisbane. Su primer partido lo jugó contra Egipto en la primera ronda -ante Sombul, al que ganó por 6-1, 6-2 y 6-2- cuando la eliminatoria estaba decidida. Y después no volvió a jugar hasta la final interzonas de Johanesburgo, ante Suráfrica, y sólo porque Gisbert se negó a hacerlo al no adaptarse a la altura y la superficie.

Pero su integración en el grupo fue rápida. No sólo por su calidad, sino porque el ambiente era extremadamente cordial. "Éramos amigos, jóvenes y nos divertíamos", relata Orantes; "una vez nos pusimos de acuerdo con el doctor Cabanes y le diagnosticamos a un jugador que había contraído una enfermedad venérea. El médico le puso un vendaje en el pene y le dijo que no se lo quitara durante 15 días. Cada vez que nos cambiábamos en el vestuario, nos partíamos de risa con sus quejas". Todos fueron víctimas de alguna broma, incluso Cabanes: "Aquel año, en Australia, Santana y Arilla se hicieron pasar telefónicamente por periodistas australianos y le citaron a las cinco en el salón del hotel. Los reporteros nunca se presentaron y él estuvo cinco días esperando".

Orantes aprendió de Santana, Gisbert y Arilla y cogió el mando. Se le esfumó la oportunidad de llegar a la final en 1972, cuando con Andreu Gimeno y Gisbert llegaron a las semifinales y perdieron ante Estados Unidos después de que él se lesionara. Más tarde ganó el Open de ese país (1975) y el Masters (1976) y fue el número dos mundial en 1973.