"Técnicamente perfecto, pero..."
Los entrenadores españoles se dividen al apoyar o rebajar 'la moda Riquelme'
Juan Román Riquelme (22 años) es el típico futbolista argentino: la pelota es un bien protegido y el juego una suerte de circunferencia en la que un buen pase hacia atrás es mejor que un mal regate hacia adelante. Es decir, un diez clásico de esos que se buscan con ahínco en las canchas de los equipos y sin los que Argentina juega tuerta. Riquelme nació como un cinco, un volante poderoso, pero demasiado versátil para aferrarse a la geometría. Riquelme no necesitó esperar a su debù en Boca Juniors, de la mano de Bilardo, para anotar su nombre en la agenda colectiva de los aficionados argentinos y cazatalentos internacionales. En la Copa del Mundo sub 20 de 1997 y en el torneo de Esperanzas de Toulon en 1998 inició su embrujo futbolístico. Un año después fue elegido mejor jugador del torneo Clausura, militando en Boca Juniors. Sin embargo, un partido en Japón el martes pasado, en la Copa Intercontinetal le ha enseñado al mundo.La coincidencia entre los técnicos de los equipos españoles de Primera División, consultados por EL PAÍS sobre el jugador, es absoluta en una cuestión: Riquelme es técnicamente perfecto. Sobre el resto de sus cualidades, hay matices.
Riquelme adora al Barcelona, siempre ha sido su referencia al otro lado del charco. Jaume Llauradó, directivo azulgrana, intentó su contratación, pero su precio resultaba excesivo. Lorenzo Serra Ferrer, actual entrenador del Barça, no tiene duda alguna sobre el futbolista de moda: "Técnicamente está muy bien dotado y como todo gran futbolista se adaptaría a cualquier gran club del mundo". En cierto modo, el técnico culé encabeza un grupo de opinión para quienes Riquelme, como piensan en Argentina, es un crack al que se le pueden poner muy pocas pegas. Joaquín Peiró, entrenador del Málaga, no duda en catalogarle así, rendido "a su gran visión de juego", a su habilidad para elegir siempre "la mejor opción posible" lo que le hace pensar que "marcaría la diferencia en una Liga tan exigente como la nuestra". Víctor Muñoz, del Villarreal, considera que "es una de la figuras del fútbol mundial" y destaca su capacidad para "dar la pausa necesaria al partido".
Calidad individual, visión de juego, control del partido, velocidad, son los argumentos más recurrentes y menos discutidos por los técnicos. A partir de ahí se advierte la discrepancia. La mayoría se decanta por una adaptación sin traumas a la Liga española, pero algunos consideran que Riquelme no viviría con comodidad en España o Italia. Sergio Kresic, entrenador del Las Palmas, estima que estas Ligas le plantearían dificultades de adaptación. "Una Liga como la francesa, por ejemplo, le facilitaría más las cosas". Pero matiza: "Es difícil reunir tanta personalidad y virtudes en un mismo jugador, y esto siempre es una garantía de rendimiento". Radomir Antic, del Oviedo, relaciona la adaptación del jugador a las características del entrenador y club que lo tuviera. "Depende de cada método de trabajo". Txetxu Rojo, del Athletic, tiene más dudas. "Es un grandísimo jugador con la pelota en los pies, pero dudo que fuera un futbolista determinante, de esos que se echan el equipo encima en los momentos dificiles", afirma.
El técnico del Espanyol, Paco Flores, también atisba dificultades para el diez argentino "porque en el fútbol europeo no se puede conducir tanto la pelota". Una complicación que se añadiría a la que advierte el técnico del Zaragoza, Luis Costa: "Le viene mejor el juego anárquico de su país, pero también es cierto que la competitividad de los argentinos está fuera de toda duda".
Mané, técnico del Alavés, que destaca sus cualidades de organización, sentido táctico y golpeo de calidad, difiere de opiniones como las anteriores y no duda de su adaptación al fútbol español "para resolver problemas ofensivos". En su opinión, "en equipos pequeños, que se echan atrás, tal vez no sería útil".
A grandes rasgos, Riquelme se mueve en el terreno de las comparaciones entre Zidane y el primer Prosinecki. Jugadores dotados para el manejo de la pelota, pero absolutamente diferentes. El primero creció a medida que su cabeza fue procesando jugadas y partidos hasta leer el fútbol de un tirón y sin erratas; el segundo acabó enredado en su pasión obsesiva por la pelota y el regate. Lotina, el técnico del Osasuna, no tiene dudas: "Riquelme es parecido a Zidane, porque sabe elegir en cada momento la mejor solución, la más fresca". Aunque los entrenadores huyen de comparaciones, las virtudes que aprecian en Riquelme se asemejan más a las del jugador francés que a las del croata. Le ven interpretación de los partidos, visión, sentido táctico, fortaleza física, y golpeo de la pelota....
Quizá como piensa Juande Ramos "se está exagerando. Por un partido no se pueden sacar los pies del tiesto. Todavía no es un crack", asegura el entrenador del equipo más goleador de la Liga española. Claro que el Rayo viste como River Plate y Bolo es su profeta en Vallecas.
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