Maestro de ministros

Fabián Estapé, catedrático de Política Económica, no dejó ayer títere con cabeza. No en vano, al comienzo de una conferencia de prensa que ofreció, desvinculó a sus anfitriones, el Colegio de Economistas de Valencia, que lo invitó al acto de acreditación de 200 nuevos economistas, de las opiniones que expresó a continuación. "Espero que mi presencia no quede desdibujada por lo que pueda decir", dijo dirigiéndose al decano del colegio, José Ortega, y preparando al auditorio para una intervención ácida y provocativa."El siglo me parece largo, enormemente largo", comenzó Estapé, "y lo mejor es vivirlo con fruición", aconsejó el catedrático emérito de la Universidad de Barcelona, quien por la tarde pronunció una conferencia en el acto de colegiación sobre la España del próximo siglo.

Estapé citó a Ramón María Narváez, general español del siglo pasado, para expresar su preocupación por un final de siglo y comienzo de otro en el que "si no crisis, sí puede haber un deseo de exhibición de la autoridad". "Me refiero a que en las últimas semanas oigo y leo más que nunca 'tenemos la mayoría absoluta'. Quizá esa mayoría absoluta deje de serlo y, por favor, no confunda usted deseos con predicciones", le dijo a uno de los periodistas.

El catedrático censuró la postura del Gobierno respecto al Plan Hidrológico Nacional. "Te dicen que esto [el Plan] se llevará a cabo con unos términos propios de granja avícola y te dejan sin saber de qué se trata...", expuso Estapé con un inequívoco tono de desaprobación. "El señor Arias Cañete [ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación] no está por la pesca ni por el PHN", agregó por si alguno de los presentes albergaba dudas.

Este conocido maestro de economistas, muchos de ellos ministros -lo fue de Ernest Lluch, con quien mantenía una gran amistad, de Josep Piqué o Anna Birulés-, diagnosticó un periodo de recesión que, según sus propias palabras, empezó el 31 de agosto de este año. "Sólo hay que coger las cifras del Banco de España, los tipos de interés, la inflación...", se reafirmó. Estapé aseguró que España ha navegado estos últimos tiempos con viento de popa, "bajo el clima que impuso el anterior ministro Pedro Solbes y que ha continuado en la etapa de Rato [vicepresidente del Gobierno]". Ahora, señaló el catedrático, el viento sopla de proa y los marineros tienen que demostrar que saben manejar el timón. "Y yo le puedo decir, y conozco a algunos de ellos, que no tienen ni idea", sentenció.

Los ciclos económicos no han desaparecido solamente porque gente dada al optimismo sistemático crea que los ciclos han desaparecido, defendió Estapé. "Los ciclos", agregó parafraseando a Schumpeter, "no son una parte cualquiera del cuerpo sino una víscera vital". Los ciclos tienen una duración irregular, según el profesor, y Occidente tiene en estos momentos una percepción errónea de la duración de la expansión económica americana. "Lo que vivimos ahora es una reducción en toda Europa del ritmo de crecimiento. O si lo prefieren, como dirían en Hollywood, los días de vino y rosas se han acabado", dijo.

El precio del petróleo sigue determinando el ritmo económico de Occidente -"es muy injusto, lo reconozco, pero así es"- y en este momento la coyuntura no es favorable. "No hay derecho", añadió, "pero Arabia Saudí, Dubai, incluso Kuwait, no quieren nada que no sean dólares. No saben lo que son los euros", apostilló.

Estapé, que rechazó la negatividad que algunos le adjudican, hizo, sin embargo, una cerrada defensa del capital humano, "algo decisivo porque es lo que realmente permitirá adueñarse del futuro", y abogó por un reparto más equitativo de la riqueza productiva. Estapé citó al premio Nobel de Economía de 1998, el indio Amartya Sen, para avalar sus palabras. "Según su tesis, en todo país donde se respeta durante años la democracia, desaparece el hambre". Y las pateras y capítulos como el sucedido en El Ejido "son las grandes lacras con las que debutamos en el nuevo siglo".