"No podemos esperar a perder el poder para hacer los cambios"

Antonio Gutiérrez Limones (1963) es la cabeza visible de un grupo emergente de alcaldes y concejales de Sevilla que hacen de la palabra innovación su razón de ser. Opina que no se puede "esperar a perder el poder para hace los cambios" en el PSOE.Pregunta. Usted presentó un documento político en Sevilla en el que resaltaba su condición de municipalista ¿Eso es un plus?

Respuesta. No. Ni ser joven ni municipalista son valores mayores que otros. Lo que ocurre es que los alcaldes estamos más en contacto con los problemas de los ciudadanos y creo que es necesario ir de abajo arriba e invertir el vértice de la flecha. El PSOE va a cumplir 22 años en el poder y para que nuestro proyecto no pierda vigencia es necesario un nuevo lenguaje y cambiar el enunciado de nuestras preguntas para dar nuevas respuestas. Andalucía tiene un proyecto y un liderazgo consolidado y es verdad que el 35º Congreso Federal abrió una nueva etapa, pero precisamente porque somos un ejemplo de organización en el PSOE tenemos que abanderar este proceso de cambio tranquilo.

P. ¿Y desde el poder se pueden acometer esos cambios?

R. Hacer cambios sensibles es más difícil cuando se está gobernando, porque, claro, ¿porqué vas a cambiar cuando estás ganando elecciones? Aquí es donde está la mayor dificultad, pero también se da la mayor capacidad para adaptarte, porque en la medida en que hagas de la innovación un elemento permanente seguirás ganando y no perdiendo.

P. ¿Cómo se conjuga esos deseos de cambio con el hecho de que el actual equipo presenta una nota alta en su gestión?

R. El éxito del PSOE de Andalucía se basa en que ha sido capaz de renovarse a lo largo del tiempo. En España ganó el cambio tranquilo porque veníamos de la pérdida consecutiva de dos elecciones generales y habíamos cerrados dos congresos en falso. En el caso de Andalucía debemos ir más allá del resultado del 35º Congreso, porque nuestro éxito debe basarse no sólo en ir bien, sino en ir mejor. Tenemos que adaptarnos a las nuevas demandas de la sociedad y Andalucía debe abanderar ese proceso. Nosotros no podemos esperar a perder el poder para hacer los cambios, sino que éstos tienen que ser permanentes.

P. Pero usted reconoce que las circunstancias del PSOE andaluz no son iguales a las que se dieron a escala federal.

R. Sí, claro. Yo creo que Manolo Chaves debe innovar, pero sin copiar, precisamente por que las circunstancias no son iguales. Creo que debemos hacer compatible la experiencia acumulada que tenemos con los nuevos mimbres que hay en Andalucía para hacer un mejor cesto y percibir no ya los problemas que tienen los ciudadanos, sino los que aún no se perciben y que tendremos que dar respuesta en breve.

P. ¿La agrupación de Sevilla debe ir al congreso con la aspiración de mantener su presencia actual en la dirección regional?

R. La agrupación de Sevilla es la que ha obtenido los mejores resultados electorales y tiene y debe de ser la que empuje hacia ese cambio. Los temas territoriales son siempre complicados y el congreso no puede ser la suma de los intereses provinciales. Manolo Chaves es consciente del papel que juega cada una de las provincias y se le deben dejar manos libres para hacer una ejecutiva y un proyecto que permita conjugar la experiencia con la nueva etapa que se está abriendo. Tenemos que arriesgar más porque cuando se está en el poder la tendencia de las estructuras organizativas es buscar un cierto acomodo o el inmovilismo. Tenemos que romper eso.

P. ¿Por qué no acudió al acto que se celebró en Dos Hermanas con Rodríguez Zapatero?

R. Es un tema anecdótico. Rodríguez Zapatero es de todo el partido y no se puede patrimonializar su nombre y lo dice alguien que apostó por el proyecto de cambio tranquilo que, en este caso, representó Zapatero pero podía ser otro compañero. Fui invitado por el federal pero no puedo estar de acuerdo con un acto que filtre a sus asistentes por criterios meramente subjetivos. Un acto puede ser multitudinario o limitado, pero lo que no puede ser es sectario.

P. ¿Por qué se produce esa quiebra en Sevilla entre el grupo inicial que apoyó a Zapatero?

R. Hay una diferencia biológica. De los 10 que apoyamos a Zapatero, ocho pertenecen a otra edad, pero... El 35º Congreso Federal ha terminado: hubo quienes apostamos de una manera clara y pública por el cambio tranquilo y otros compañeros que no lo hicieron. Pero lo que no podemos es decir: nosotros somos lo buenos y los demás, los malos. Hay que aportar nuevas iniciativas al congreso regional y luego, al provincial, por eso siempre he huido de que se nos denomine zapateristas. Es muy propio de nuestro partido el estar siempre bajo la sombra de los paraguas, el decir: 'yo soy más de Chaves, más de Felipe o soy más que tú de Zapatero'. Eso debe cambiarse porque oculta la falta de ideas. También está la cultura de los corralitos, que no es otra cosa que amojonar los intereses particulares de cómo ganar o mantener un trozo. Hay compañeros que siempre están a flote, pase lo que pase.

P. ¿Va a presentar candidatura a la secretaría de Sevilla?

R. El planteamiento que hacemos no es personalista. Lo que digo es que tenemos que cambiar nuestro proyecto y la forma de hacerlo: primero hacer un diagnóstico de la realidad de lo que piensa los ciudadanos, luego concretar las políticas para evaluar esos problemas y, finalmente, ver las personas que se necesitan. Si eso lo hacemos así saldremos ganando todos, pero si el planteamiento es sólo ver quién va a ser el secretario o secretaria general creo que de nuevo nos equivocamos.