Argilés anuncia una línea continuista en la selección

Un veterano en forma rinde más que una gran promesa. Así se resume el credo del nuevo seleccionador nacional de balonmano, César Argilés, de 59 años, quien llega a ese puesto por segunda vez tras ser el responsable del equipo júnior desde 1994. Para superar a Suecia y Rusia en el Campeonato del Mundo de Francia, dentro de dos meses, el sucesor de Juan de Dios Román prestará especial atención "al rendimiento en los minutos fatídicos" y aplicará el paralelismo entre las estrategias del ajedrez y el balonmano."Si Suecia mantiene a cinco de sus maestros y continúa ganando medallas, no veo por qué debo renovar radicalmente la selección. Los titulares nacidos entre 1968 y 1969 están aún entre los mejores", sostiene Argilés, cuyo contrato incluye el Europeo de 2002. "Convocaré a otros más jóvenes en torneos no oficiales para que vayan acumulando experiencia, pero habrá pocos cambios en Francia", añade.

España ha logrado cinco medallas desde 1996, pero ninguna de oro. "Si Rusia y Suecia nos superan casi siempre es que somos algo inferiores, no mucho. La clave está en esos minutos que requieren experiencia, concentración y agresividad. Tenemos experiencia, por lo que habrá que trabajar en las otras dos virtudes", agrega Argilés, que ve similitudes entre su deporte y el ajedrez: "Los movimientos del central contra una defensa en 5-1 se parecen a los del caballo. También empleo metáforas sobre alfiles y torres para explicar los esquemas. Ahora bien, en el balonmano se aplica más el concepto de asaltar una fortaleza".