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FÚTBOL Segunda ronda de la Liga de Campeones

La venganza de la emigración

Xosé Hermida

Los emigrantes gallegos en París estuvieron cuatro años rumiando la venganza, pero anoche se desquitaron sobradamente. Entre los 600 aficionados deportivistas, la mayoría residentes en la capital francesa, que ayer acudieron al Parque de los Príncipes debía de haber muchos que recordaban lo sucedido en 1996, cuando el Deportivo perdió por 1-0, lo que le privó de jugar la final de la Recopa. Entonces, el público parisino se recochineó a conciencia de su rival y acabó el partido cantando Y viva España. Los emigrantes no lo olvidaron y anoche respondieron con idéntica melodía cuando los espectadores locales empezaron a abandonar el estadio tras el gol del Makaay, con el partido aún sin concluir. Fue tal el fervor de la parroquia deportivista en la diáspora que hasta el entrenador, Javier Irureta, tuvo que acercarse a la grada a saludar.En el descanso, cuando el Deportivo perdía 1-0, Irureta se esforzó por aleccionar a sus jugadores. "El míster nos habló en el vestuario y nos convenció de que podíamos dar la vuelta al partido", reveló Donato. "La clave", agregó Makaay, "fue que nunca perdimos la confianza a pesar del resultado".

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Irureta destacó que la victoria "concede más crédito" a su equipo. "Necesitábamos un triunfo así de contundente", agregó el técnico, para quien un triunfo en la próxima jornada ante el Milan en Riazor podría resultar casi definitivo. De todos modos, Irureta apeló a la prudencia para evitar la euforia. Y le secundaron los jugadores. "Hay que tener los pies en el suelo", sentenció el técnico, y la frase fue repetida por Makaay y Donato.

Por lo demás, no fueron los emigrantes los únicos que se tomaron anoche la revancha. Naybet, que hace unos días tuvo un incidente con Irureta, se dirigió al banquillo tras su gol alzando su pulgar derecho. Según explicó, era un gesto dedicado a todos, técnicos y suplentes, sin un destinatario especial. Y Makaay, que en la víspera había protestado por su previsible suplencia, dijo: "En el campo he demostrado cómo estoy".

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Sobre la firma

Xosé Hermida
Es corresponsal parlamentario de EL PAÍS. Anteriormente ejerció como redactor jefe de España y delegado en Brasil y Galicia. Ha pasado también por las secciones de Deportes, Reportajes y El País Semanal. Sus primeros trabajos fueron en el diario El Correo Gallego y en la emisora Radio Galega.

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