El Tau crea una obra de arte contra el AEK

Cuando Dusko Ivanovic fichó como entrenador del Tau soñó con implantar un juego rápido, una defensa fuerte y un contragolpe demoledor. Ayer sus sueños se convirtieron en realidad. Un mes después de comenzar la temporada, el Tau encontró el espejo en el que debe mirarse. Sin duda, el partido más completo. Su juego no sólo tiene mérito por el cómo lo desarrolló. También por el rival. Se enfrentó al vigente campeón de la Copa Saporta, a un equipo que llegó a Vitoria invicto (tanto en la Euroliga como en la competición griega) tras ocho partidos y que tiene una plantilla más que solvente. El AEK, con el jefe Dusan Ivkovic al frente, aspira a todo.El Tau, que cuatro días antes tuvo ante el Barça momentos brillantes, los repitió ayer pero de principio a fin. Llegó a jugadas de un calibre propio de una obra de arte. Y si hay que buscar artistas en el Tau, hay que hablar de Elmer Bennett. El base disfrutó como nunca. Y si él disfruta, lo hacen todos sus compañeros: Alexander, Scola, Oberto, Foirest... Todos se beneficiaron de sus diez asistencias.

La peor noticia fue el golpe que se dio Bennett en el cuarto tiempo, que le impidió salir de nuevo a la cancha. El Tau no lo acusó porque para entonces (69-55) ya estaba el choque agotado. El AEK, en un ejercicio impropio de su categoría y de la disciplina espartana de Ivkovic, tiró el partido en defensa. Se vio desbordado por la velocidad de Bennett y sus compañeros, y ya tiene datos para saberse vulnerable. El Tau, si Bennett no corre mayor peligro, entra en una nueva fase.