_
_
_
_
AUTOMOVILISMO

Un volante en la cabeza

Fernando Alonso es el talento de futuro más codiciado por las escuderías de la fórmula 1

Tiene sólo 19 años, pero los equipos más punteros de la fórmula 1 han mostrado ya interés por él. ¿Qué es lo que distingue a Fernando Alonso del resto de promesas del automovilismo mundial? "Su carácter y su calidad humana", responde casi sin pensar Adrián Campos, su representante y el hombre que le lleva de la mano desde que Fernando accedió a la fórmula Nissan. "Tiene carisma", agrega. "Cuando él está en el box hay alegría. Y los mecánicos saben que nadie lo hará mejor que él, que nadie sacará más rendimiento al trabajo del equipo que él".Fernando Alonso es tímido, agradecido, humilde, pero cuando se sube a un bólido su carácter se transforma. "Hace muy fácil lo difícil", dice Campos. Cuando el pasado verano ganó su primera carrera de la F-3000, la última que se disputó en el circuito de Spa Francorchamps, no tuvo compasión de nadie. "No voy a ceder por nada. Si puedo ganar, lo haré", le dijo a su compañero de equipo, Marc Goosens, que se estaba jugando el título. Y lo hizo. Cuando tomaron la salida pisó a fondo y mantuvo un codo a codo espectacular con Goosens hasta que llegaron a una peligrosísima curva que ha costado la carrera a varios pilotos. Allí Goosens decidió pisar el freno.

"Cuando está en las carreras prefiere no tener amigos entre los pilotos, porque entiende que esto puede condicionarle. Y no quiere barreras", asegura su padre, José Luis, que trabaja en Unión Española de Explosivos, pero que fue quien instaló el virus de la velocidad en su hijo al colocarle al volante de un kart con menos de cuatro años. "Estoy aquí para ganar, no para hacer amigos", confirma Fernando. La carrera de Spa fue el final de una etapa, el tourning point de su vida profesional: se convirtió en el ganador más joven de la historia de una carrera de F-3000. Y explotó, hasta el punto de provocar este comentario en Jo Ramírez, el segundo del equipo McLaren de F-1, sólo por detrás de Ron Dennis: "Es un cruce entre Schumi y Hakkinen. Tiene lo mejor de cada uno".

"Estamos hablando de un campeón", asegura Campos. A lo largo de su trayectoria profesional, Alonso ha demostrado una solvencia fuera de lo común. Desde que comenzó a competir en los karts, su progresión fue brutal. Siempre estuvo en los equipos más punteros de cada categoría. Fichó con la escudería italiana IAME, que es en karts lo que Ferrari en F-1, y fue campeón del mundo en 1996. Lo ganó todo. Cuando en 1999 dio el salto a la fórmula Nissan volvió a constatar que parece tener un volante en la cabeza, que el coche acaba siendo una prolongación de su propio cuerpo. Fue campeón.

Sin embargo, lo que más impresionó en él fue la facilidad con la que se adaptó a un F-1 cuando Minardi le puso en las manos uno de sus bólidos por primera vez, como premio a su triunfo en la Nissan. En su primer contacto hizo los mismos tiempos que Gaston Mazzacane, el segundo piloto oficial de la escudería italiana. "Papá, es tan fácil que podrías conducirlo tú", fue su conclusión. Y provocó una amplia sonrisa en Gabriele Rumi, entonces presidente de Minardi, que no tardó en ofrecerle un contrato de cinco años con el compromiso de darle un volante en el Mundial para el año 2002.

Aquello fue algo increíble, porque convirtió a Alonso en el primer piloto español que accedía a la F-1 sin necesidad de aportar un patrocinador. Pedro Martinez de la Rosa fichó por Arrows porque contaba con el apoyo de Repsol, y Marc Gené entró en Minardi gracias a Telefónica. Sin embargo, tras un año impresionante en la F-3000 (acabó 4º en el campeonato), lo que fue un jardín de rosas se ha convertido en una cárcel de cristal. El contrato con Minardi atenaza ahora al piloto asturiano porque han empezado a lloverle opciones mucho mejores.

"Fernando no quiere volver a la F-3000", significa Campos. "Lo más conveniente para él sería fichar como piloto de pruebas de alguna escudería puntera y cargarse de kilómetros -¡que haga 10.000!, como hizo Villeneuve- antes de acceder a un buen equipo que le permita ir delante. No hay que tener prisa. Puede ser campeón del mundo y no debe permanecer en un equipo que le obligue a estar en la cola".

Desde que ganó la carrera de Spa, Alonso ha estado realizando su preparación de invierno con Miguel Maeso, que trabajó con el motociclista Jorge Martínez, Aspar, y con Campos, que es preparador físico del Pamesa Valencia de baloncesto. Se ha tomado las cosas con calma mientras las grandes escuderías de F-1, entre ellas Ferrari, mostraban su interés por contratarle. Jean Todt, el director deportivo de la escudería de Maranello, indicó que le quería dos años en Prost para incorporarle en 2002 como piloto oficial de Ferrari. "Es fantástico que te ocurra eso, pero ahora mismo tengo un contrato con Minardi", afirma Fernando. Su futuro parece claro en la F-1, pero no lo es tanto en qué equipo. "Si finalmente la opción es Minardi, lo aceptamos", asegura Campos. "Si consiguen un buen motor, pueden necesitar a un piloto como Fernando para reactivar al equipo. Pero ahora mismo no es la opción que más nos gustaría para el próximo año".

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_