Manifestaciones en Euskadi, Navarra y Barcelona por la muerte del conductor

Miles de ciudadanos y representantes políticos del País Vasco, Pamplona y Barcelona expresaron ayer en concentraciones silenciosas su repulsa por la muerte de Jesús Sánchez, el conductor del autobús gravemente herido en el atentado de Madrid el pasado 30 de octubre. Los conductores de autobuses de las tres capitales vascas mostraron su solidaridad con el compañero asesinado y pararon sus vehículos a mediodía durante cinco minutos.En Vitoria hubo tres concentraciones, que transcurrieron en silencio durante 15 minutos. La más numerosa se celebró delante del Ayuntamiento, donde 400 personas se concentraron con una pancarta con la leyenda "¡Basta ya!". El lehendakari, Juan José Ibarretxe, junto a varios consejeros de su Gobierno y unos 200 funcionarios, se concentraron delante de la sede del Ejecutivo vasco en Lakua. También hubo manifestaciones de repulsa en San Sebastián, Bilbao, Pamplona y Barcelona. A esta última acudió el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol.

A la repulsa se sumaron las declaraciones de condena del Gobierno vasco, a través de su portavoz, Josu Jon Imaz, quien recordó a ETA que "sobra" y le exigió que "cese en este camino de locura" que vulnera el principal derecho humano que es la vida". La secretaria del EBB del PNV, Josune Ariztondo, afirmó que la banda terrorista es sólo un "instrumento de muerte" y que su partido siempre estará del lado de las víctimas.

Por la mañana, el presidente del Ejecutivo, José María Aznar había visitado la capilla ardiente del conductor asesinado, instalada en el hospital Ramón y Cajal de Madrid, para transmitir su pésame a la familia de la última víctima mortal de ETA.

A las dos de la tarde, acompañado por una docena de autobuses de la EMT, el cortejo fúnebre partió hacia Villamayor de Santiago (Cuenca), localidad natal de Jesús Sánchez, donde fue enterrado. Antes se celebraron unos funerales, oficiados por el obispo de Cuenca, a los que asistieron los ministros de Fomento y Administraciones Públicas, Francisco Álvarez Cascos y Jesús Posada, respectivamente; el presidente de Castilla-la Mancha, José Bono, y el consejero de Obras Públicas y Transportes del Gobierno vasco, Álvaro Amann, entre otros.

Los conductores de autobuses de Madrid pararán hoy por dos veces en recuerdo a su compañero asesinado: a las 12 del mediodía se detendrán 1.200 vehículos y a las seis de la tarde pararán 1.400 coches. El Ayuntamiento de Rivas-Vaciamadrid, del que era vecino Jesús Sánchez, le nombrará hijo adoptivo de la localidad y la plaza de la Libertad, en el casco antiguo, llevará desde ahora su nombre.