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Un sector de las Juventudes Socialistas anuncia que impugnará la votación de sus delegados

Antonio Jiménez Barca

La polémica saltó ayer en la elección de los 31 delegados jóvenes del PSOE que acudirán al próximo congreso de la Federación Socialista Madrileña (FSM). Una facción de las Juventudes Socialistas Madrileñas, vinculada a los renovadores por la base, anunció que impugnará la votación, ganada por la única lista presentada, comandada por el diputado regional Óscar Iglesias, del sector acostista. Los denunciantes consideran que se les impidió, "por cinco minutos", presentar su lista. "Ha sido una cacicada de los acostistas", asegura Mara Rabadán, de los renovadores por la base.

Alrededor de 150 militantes socialistas madrileños menores de 30 años y miembros del Comité Regional de las Juventudes Socialistas estaban convocados ayer a elegir a los 31 delegados que les van a representar en el próximo congreso de la FSM. Este congreso, que se celebrará el 24, 25 y 26 de noviembre, tiene por objeto elegir al futuro secretario general de los socialistas madrileños. Los socialistas jóvenes han reproducido los enfrentamientos y las luchas de poder de sus colegas de más edad. A las 10.30 se dieron las instrucciones para presentar las listas de candidatos a delegados. Óscar Iglesias, secretario general de las Juventudes Socialistas Madrileñas, presentó la que él encabeza. "Soy seguidor de José Acosta [uno de los candidatos a secretario general], pero eso no quiere decir que mi lista sea acostista. La lista que yo encabezo es plural y cada uno de los delegados votará lo que le dicte la conciencia", aseguró Iglesias.

El plazo para presentar listas terminaba a las doce de la mañana. Un sector de las Juventudes Socialistas de Madrid, vinculado a los renovadores por la base, familia que apoyará en el congreso al vicerrector de la UNED José Antonio Díez, anunció que deseaba presentar una lista alternativa. Y aquí empiezan las versiones contrapuestas. Mara Rabadán, de los renovadores por la base, asegura que su grupo intentó presentar su lista "a las 12.05" y que los responsables de la votación se lo impidieron. "Es un pucherazo, una cacicada de la gente de Acosta, y más concretamente, de Óscar Iglesias, que paga así los favores. Si es diputado en la Asamblea es gracias a aquél", denunció Rabadán. "Nos han torpedeado toda la mañana, han convocado la reunión de un día para otro y de 11.30 a 12.00 de la mañana nos han impedido reunirnos y confeccionar nuestra lista en una sala", añadió. En un comunicado emitido después, este grupo anunció que impugnará el proceso ante el Comité Regional y ante la Comisión Ejecutiva de las Juventudes Socialistas de España.

Por su parte, Iglesias asegura que la lista alternativa llegó 25 o 30 minutos tarde. "A las 10.30 se anunciaron las reglas, y los representantes que ahora denuncian la votación las han escuchado y las han aceptado. Lo que yo creo es que han querido montar una bronca artificial. Lo importante es el resultado de la votación, en la que hemos ganado por goleada", explicó Iglesias. Al final, la lista que él encabezaba resultó elegida por 144 votos a favor, siete nulos y dos en blanco. "Seguro que ha habido gente que se ha ido sin votar", aseguró un representante de los renovadores por la base. "Los votos nulos son de renovadores por la base; ésa ha sido su fuerza", replicó Iglesias.

Otras 17 agrupaciones eligieron ayer a sus delegados. Los renovadores sumaron más votos en Alcalá de Henares, Collado Villalba y Colmenar Viejo, mientras los acostistas vencieron en Pinto, informa Vera Gutiérrez. Ambas familias se atribuyen el triunfo en las agrupaciones más pequeñas. "Lo que ocurre es que los delegados de los pueblos no son de nadie a priori. Una vez en el congreso, se suman siempre a la corriente mayoritaria", explicaron fuentes guerristas.

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Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

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