Félix Ormazabal se despide con una defensa de la política de su partido

El portavoz del PNV en las Juntas Generales de Álava y ex diputado general, Félix Ormazabal, dijo ayer adiós a la política negando que su marcha se deba a diferencias con su partido y atribuyendola a su deseo de abrir paso a nuevas caras. No sólo eludió todo análisis crítico de la andadura reciente del PNV, sino que la defendió ateniéndose a la doctrina oficial: haber asumido riesgos en un intento de lograr la paz. La difícil situación del nacionalismo se debe al acoso de las fuerzas no nacionalistas, dijo.

Tras la desaparición de la escena política del ex alcalde de Vitoria José Ángel Cuerda, el PNV pierde con la marcha de Ormazabal su otro referente fundamental en Álava. Ormazabal demostró ayer que el acoso externo aprieta las filas en el seno de su partido. Así, evitó la más mínima crítica en su rueda de prensa. Igualmente, rehuyó, en declaraciones a este periódico, realizar un análisis del balance, en términos de pérdida de poder y presencia institucional que afronta su partido, tras 20 años de andadura autonómica. "¿Se le puede reprochar algo a quien ha arriesgado por la paz, incluso a costa de perder votos e instituciones, y se ve sometido a la injusticia de que se le mezcle con el terrorismo?", señaló. "La autocrítica tiene que hacerla quien no ha hecho nada", apostilló. A su juicio, "el pozo" en el que admitió que se encuentra el nacionalismo ha venido dado por la unión de las "fuerzas estatalistas" en su contra, lo mismo que la pérdida de Álava se debió, a su juicio, al cambio del PSE, que decidió "sumarse al PP" para evitar la victoria de "un nacionalista". Para el futuro apuesta por el "mestizaje" y por las alianzas de gobierno entre "nacionalistas vascos y nacionalistas españoles".

Si acaso, reconoce como un cierto error del PNV el "haber arriesgado demasiado", por no haber abordado el proceso de negociación con ETA y HB, "anclando bien en los dos extremos el puente que se intentaba tender", de modo que al fallar uno de ellos hubiera quedado el otro.

El político alavés se marcha después de haber pasado por muy distintos estadios de la vida institucional durante más de 21 años: desde concejal en su pueblo (Araia) hasta consejero en el Gobierno vasco y diputado general de Álava, además de parlamentario autonómico y presidente de la ejecutiva regional de su partido.

Ormazabal negó también que su marcha guarde relación con la continuidad al frente del PNV alavés de José María Guerenabarrena, por cuyo relevo apostó hace medio año.

El ex diputado general de Álava sí hizo una apuesta decidida por la renovación de personas en su partido. "Mientras uno está, hace de tapón e impide que surjan nuevas personas", dijo, sin querer entrar en la aplicación de esta receta a otros líderes de su partido con largos años de permanencia en esus cargos.