José Acosta presenta su candidatura a la FSM, pero se muestra abierto a acuerdos
El líder de los guerristas acusa a los renovadores de la base de romper un pacto previo
Ya es oficial. El líder de la corriente guerrista en Madrid, José Acosta, anunció ayer que se presentará como candidato a dirigir la Federación Socialista Madrileña (FSM). Acosta se mostró, no obstante, abierto a alcanzar acuerdos con otras familias socialistas de modo que se llegue al congreso de finales de noviembre con una lista de integración. También acusó a los renovadores de la base de haber roto un acuerdo previo para formar una candidatura de consenso y pidió a sus dirigentes que explicaran los motivos y los intereses que les llevaron a esa ruptura.
"Acto de voluntad"
José Acosta, de 53 años, es el cuarto candidato que se presenta para dirigir la FSM, tras los anuncios del diputado regional Antonio Miguel Carmona; el vicerrector de Investigación de la UNED, José Antonio Díaz, y el profesor de Filosofía del Derecho de la Complutense Jesús González Amuchástegui.Acosta se mostró "muy honrado y enaltecido" de que sus compañeros de corriente le hayan elegido como su candidato para sustituir a Jaime Lissavetzky al frente de la FSM. Aseguró que su candidatura tiene muchas ventajas e inconvenientes, pero que estos últimos no superan los beneficios.
El líder del guerrismo en Madrid tiró de porcentajes y recordó que la corriente que lidera puede alcanzar el 50% de los militantes de toda la región. Acto seguido cargó las tintas contra los dirigentes de los renovadores por la base. Les acusó de romper un principio de acuerdo para llegar al noveno congreso con una lista de consenso. Según Acosta, se reunió con ellos el martes 17 y, dos días después, los responsables de este sector de la FSM le dijeron que no aceptaban "de ninguna manera" que un guerrista encabezara la lista de la nueva ejecutiva regional.
"Han roto ese acuerdo que teníamos por la concordia. Desconozco quién lo ha impulsado, pero ahora deberán explicar con qué intereses y por qué lo han hecho ahora", señaló Acosta.
El líder del guerrismo en Madrid reconoció que ahora es fácil proclamarse como candidato, ya que no es necesario presentar las firmas del 10% de los 660 delegados del congreso, como mínimo, hasta el inicio de éste, el 23 de noviembre. Por ello, calificó como "acto de voluntad" presentar la candidatura, ya que a renglón seguido añadió que estaba abierto a posibles pactos.Acosta rechazó que su candidatura rompa el espíritu de caras nuevas que salió en el 35º Congreso del PSOE, en el que resultó elegido como secretario general del partido José Luis Rodríguez Zapatero. "Eso del espíritu de ese congreso que se lo pregunten a Rappel o a Aramis Fuster, que entienden de esas cosas. Yo, conforme a mi derecho como militante, y sustentada por mucha gente, tengo la opción democrática de presentarme", zanjó Acosta. Éste añadió que la Comisión Ejecutiva Federal no puede tomar parte en ningún caso en el proceso electoral. Sus funciones se limitan a velar para que sea un proceso democrático, respetar la decisión de los delegados y trabajar con las direcciones elegidas en el congreso.
Entre los objetivos de Acosta se encuentra recuperar la ilusión de los militantes y simpatizantes de la FSM, tras acabar con sus divisiones internas. "Cuando llegan las elecciones se da la paradoja de cómo es posible que gane [el alcalde] Álvarez del Manzano, que está superado, pasado, deteriorado y no querido. Esa paradoja se entiende porque la FSM no ha sabido recoger ese desencanto de gestión de la derecha y no se la veía como opción de gobierno. Eso es lo que hay que hacer en el año 2003", concluyó Acosta. Igual ocurre, en su opinión, con la política de Alberto Ruiz-Gallardón al frente del Gobierno regional.
Más de 300 militantes le acompañaron durante la discusión de su candidatura en la agrupación socialista de Vallecas Villa. El 90% de las intervenciones se mostraron a favor de la decisión de Acosta. Otro 10% también se mostró de acuerdo a su candidatura, pero la condicionó a que no se cierren las puertas a posibles pactos. Un militante de la agrupación de Ciudad Lineal se mostró en contra y añadió que el candidato no sumaba nada nuevo, sino que restaba.
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