Sevilla, ciudad de película
Producción portuguesa
El rodaje de gran parte de Semana Santa en la ciudad de Sevilla pone de nuevo sobre el tapete el protagonismo de esta ciudad en el cine. Mira Sorvino, Olivier Martínez y Alida Valli, bajo la dirección del alemán Pepe Danquart, volverán a poner en las pantallas a una ciudad que, como pocas, ha servido de escenario cinematográfico. Hace apenas mes y medio que la capital de Andalucía fue escenario de otro rodaje, el de Episodio II, de la serie La Guerra de las Galaxias de George Lucas. Con este filme Sevilla se convirtió en la primera ciudad española que sirve de escenario para una película de ciencia ficción de la importancia de este filme.Han sido ya muchas las películas que a lo largo de más de un siglo de historia han tomado prestada la imagen de esta ciudad. En muchos casos -generalmente en producciones norteamericanas- Sevilla aparecía transformada para simular que la acción se desarrollaba en otro país, por regla general árabe.
Además de Lawrence de Arabia, la más célebre de todas, la serie de televisión Harem reunió un importante elenco en el que se encontraban Omar Sharif y Ava Gardner, en su último trabajo. Varios lugares de la ciudad -la estación de Plaza de Armas, los Reales Alcázares y la Casa de Pilatos- sirvieron para simular que nos encontrábamos en Turquía. Rojos, de Warren Beatty, también recurrió a Sevilla para ambientar un enclave árabe.
Los Reales Alcázares se transformaron en algún recóndito lugar de Rusia, al que la revolución llegaba de la mano de Trotsky, quien pronunciaba un encendido discurso bajo la mirada de Beatty, encarnado en el periodista John Reed. En 1492, la conquista del paraíso, Sevilla se transformó en Granada, decisión que creó ciertas suspicacias en aquel momento.
Además de sacar provecho cinematográfico de su pasado árabe, la capital andaluza ha servido en varias ocasiones de escenario de un país suramericano. La más relevante de estas películas es Cuba, de Richard Lester. Asimismo esta ciudad pudo ser Buenos Aires -y más concretamente, su Universidad, la Casa Rosada-, si no hubiera sido porque Alan Parker optó por rodar Evita en Budapest, lejos de Argentina, donde levantó bastante polémica.
Pero no sólo el cine norteamericano ha puesto sus ojos en Sevilla; el prestigioso cineasta portugués Manuel de Oliveira filmó en 1989 algunas secuencias -una vez más, en los Reales Alcázares- de No o la vanagloria de mandar, una ambiciosa epopeya de la historia del país vecino que inauguró el Festival de Cannes del año siguiente, pero que no se estrenó comercialmente en España.
En cuanto a las ocasiones en las que Sevilla no ha necesitado transformarse en ningún otro lugar figura precisamente otra producción portuguesa de director desconocido, pero que destaca por la importancia argumental que tiene esta ciudad en la historia. Antonio, un chico de Lisboa comienza cuando una mujer mayor, que ve cercano su final debido a un cáncer, desea viajar a Sevilla con su hijo para enseñarle a éste la ciudad que la dejó marcada siendo una adolescente.La Semana Santa, que recrea Pepe Danquart con Mira Sorvino de protagonista, ha sido filmada en muchas ocasiones. Desde Currito de la Cruz -en sus diversas versiones- hasta Nadie conoce a nadie, pero hay una que permanece aún inédita en España, se trata de ¿Soy bonita? que la realizadora alemana Doris Dörrie (Hombres, hombres) rodó en 1998. Otro compatriota suyo es el autor del telefilme Un inolvidable fin de semana... en Sevilla, con la participación del torero Rafael Peralta.
El mito de Carmen también se ha rodado en diversas ocasiones en Sevilla, destacando la versión operística que el italiano Francesco Rosi realizó con Plácido Domingo, una curiosa recreación protagonizada por patinadores artísticos que obtuvo tres premios Emmy y en el que intervenía Cristina Hoyos.
De los directores españoles que eligieron esta ciudad sobresale el nombre de Luis Buñuel quien la eligió para ambientar la historia de Ese oscuro objeto del deseo. Entre las producciones más recientes hay que citar Don Juan, mi querido fantasma, Más allá del jardín, Belmonte, Yo soy ésa, El día que nací yo, la citada Nadie conoce a nadie y Menos es más.
Una que resultó muy polémica por la poca fidelidad en reflejar la imagen de la ciudad y que además llegó a ser abucheada en el Festival de cine de San Sebastián es Malaventura, de Manuel Gutiérrez Aragón. Es de señalar que de todas las películas rodadas en esta capital en las últimas dos décadas, seguramente la peor es la única que incorpora el nombre de la ciudad en su título: Sevilla connection, cuyo fracaso económico y artístico fue bastante considerable.
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